A los 116 millones ya restados en concepto de penalización por retrasos, y a los 50 millones que ha anunciado que reclamará judicialmente por el lucro cesante derivado de estos retrasos, la empresa pública ha acordado sancionar a Talgo con 80.000 euros por cada día que retrase la entrega de los vehículos a partir del 1 de abril, fecha límite que dio el ministro de Transportes, Puente, para que estuvieran en marcha.
En concreto y tras la última reunión de seguimiento de la entrega de estos trenes, que tuvo lugar este jueves y en la que participan representantes del Ministerio, Talgo, Renfe y Adif, la operadora ha remitido una carta al consejero delegado del fabricante, Gonzalo Urquijo, en el que le comunica su intención de aumentar las penalizaciones por incumplir con las entregas programadas.
En la carta, el director de operaciones de Renfe, Gómez Barbero tacha la situación de «flagrante incumplimiento de sus obligaciones contractuales», algo que «está causando importantes perjuicios a Renfe y a los usuarios del transporte ferroviario». Por esta razón, el ‘número dos’ de Renfe amenaza al CEO de Talgo con sumar una nueva penalización por daños y perjuicios «de manera diaria a partir del 1 de abril de 2024», y que estima en 80.000 euros al día «si los trenes no fueran entregados para su operación comercial». Esta multa se suma a los 116.646.061 euros ya aplicados en la contabilidad del contrato que Renfe no abonará, y al anuncio de reclamar otros 50 millones de euros por lucro cesante, que elevará a los tribunales.
Gómez Barbero también ha reclamado a Urquijo la documentación que justifique que los retrasos no son culpa del fabricante, con fecha límite en el 15 de marzo, esgrimiendo que «la documentación aportada hasta la fecha no justifica que los retrasos en la entrega de los trenes no sean atribuibles a Talgo».