Si se observa el beneficio ajustado, la compañía ha logrado 2.173 millones de euros, lo que reduciría la caída hasta el 19%. No obstante, la tendencia de la compañía ha dado un giro notable ya que si sólo se observan los datos trimestrales, la compañía que dirige Josu Jon Imaz ha duplicado sus beneficios hasta alcanzar los 574 millones de euros, gracias al giro experimentado por los márgenes de refino y los precios del gas en el Herny Hub.
La deuda neta del Grupo al cierre del tercer trimestre de 2025 se situó en 6.890 millones, 1.162 millones superior a la del cierre del segundo trimestre debido principalmente al impacto de la consolidación de la fusión con Neo Energy en Reino Unido. Excluyendo el impacto de la fusión, la deuda neta se hubiera mantenido en línea. El ratio de apalancamiento se situó en 20,5%, que compara con 17,9% al final del segundo trimestre de 2025.
En lo que respecta a la evolución de los negocios en el último trimestre. En Exploración y Producción, el resultado ajustado ascendió a 317 millones, 30 millones superior al del mismo periodo de 2024, debido a unos mayores precios de realización de gas, una menor amortización y menores costes de producción y exploración.
En Cliente, el resultado ajustado ascendió a 241 millones, 61 millones más que el mismo periodo del 2024, debido a unos mejores resultados en estaciones de servicio, Ventas Directas, Comercialización de Electricidad y Gas, GLP y Lubricantes, Aviación y Asfaltos. Repsol ha sumado 157.000 nuevos clientes a su cartera de electricidad y gas en España y Portugal en el último trimestre. La compañía se ha quedado con 2,9 millones de clientes, mientras que en la parte digital ha alcanzado los 10,4 millones, la mayor parte en Waylet.
En Industrial, el resultado ajustado ascendió a 315 millones, 130 millones superior al del mismo periodo del 2024, debido a unos mayores resultados en Refino, Mayorista y Trading de Gas y Perú.En Generación Baja en Carbono, el resultado ajustado ascendió a 31 millones, 38 millones superior al del mismo periodo de 2024, por la mejora en los resultados tanto de renovables y ciclos combinados. En Corporación y Otros, el resultado ajustado se situó en -84 millones, que compara con los -87 millones del mismo periodo de 2024, debido por la autocartera.
La producción promedio de la compañía durante los primeros nueve meses del año se situó en 549.000 barriles equivalentes de petróleo al día, en línea con lo establecido en el plan estratégico. El negocio de Generación Baja en Carbono también continuó expandiendo su capacidad de generación. La compañía tiene cerca de 5.000 MW de capacidad instalada renovable operativa y espera añadir otros 500 MW antes de final de año. En Estados Unidos, el proyecto solar Outpost, de 629 MW, entró en operación en septiembre. En España, Repsol prepara una de las mayores hibridaciones, con un total de 1.600 MW, al sumar 805 MW eólicos con la central de ciclo combinado de Escatrón en Aragón, con el objetivo de suministrar energía a un futuro centro de datos, que desarrollará un tercero. Desarrollo de una transición energética rentable El área Industrial continúa su transformación, avanzando en proyectos clave como la construcción de su segunda planta de combustibles renovables en Puertollano, con una capacidad productiva de 200.000 toneladas anuales y que entrará en operación en 2026, y la decisión final de inversión del proyecto Ecoplanta de Tarragona, que comenzará a operar en 2029 y tendrá capacidad anual para producir 240.000 toneladas de metanol renovable. Recientemente, Repsol ha firmado su primer acuerdo de suministro para el metanol de la Ecoplanta con Norwegian Cruise Line Holdings, como parte de un acuerdo de 8 años para suministrar combustibles renovables, a partir de 2026 con biocombustibles y de 2029 en adelante, con metanol renovable. En hidrógeno renovable, Repsol ha tomado la decisión final de inversión de su primer electrolizador a gran escala (100 MW) en Cartagena. La compañía empleará el hidrógeno renovable resultante como materia prima para fabricar productos esenciales con menor huella de carbono, dando un paso significativo en su hoja de ruta para sustituir el hidrógeno convencional por el renovable en sus centros industriales. El proyecto ha sido reconocido por la Comisión Europea y el Gobierno de España como estratégico y de interés común europeo (IPCEI, por sus siglas en inglés) y recibirá 155 millones de euros, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). En octubre, Repsol logró otro hito tecnológico con la primera producción a escala industrial de gasolina 100% renovable en su complejo industrial de Tarragona. La Gasolina Nexa 95 origen 100% renovable −el producto de 95 octanos de mayor calidad de Repsol− ya está a la venta en las regiones de Madrid y Cataluña y estará disponible en 30 estaciones de servicio en España antes de finales de año. El nuevo combustible se puede utilizar en cualquier vehículo a gasolina sin necesidad de modificar el automóvil o la infraestructura de repostaje. Su uso reduce las em siones netas de CO2 en más de un 70% en comparación con la gasolina convencional. Repsol amplía así su gama de combustibles renovables, sumando este nuevo producto al Diesel Nexa origen 100% renovable, disponible en más de 1.300 estaciones de servicio en España y Portugal. Esto la convierte en una de las mayores redes de combustibles 100% renovables de Europa, con más de 150 millones de litros vendidos en lo que va de año.
A día de hoy, el 56% de la red en España ofrece soluciones multienergéticas. Alineado con la estrategia de la compañía, Repsol ha sumado 157.000 nuevos clientes a su cartera de electricidad y gas en España y Portugal en el último trimestre, superando los 2,9 millones y con la previsión de alcanzar 3 millones de clientes antes de final de año. Además, los clientes digitales han ascendido a 10,4 millones, en su mayoría a través de la app Waylet. Repsol garantiza una sólida remuneración al accionista, en línea con su plan estratégico. En 2025, la compañía prevé distribuir entre el 30%-35% del flujo de caja de las operaciones a remunerar al accionista, en el rango alto del compromiso adquirido para el periodo 2024- 2027. En julio, Repsol distribuyó un dividendo bruto en efectivo de 0,50 euros por acción, que, sumado a los 0,475 euros brutos pagados en enero, asciende el dividendo total en efectivo para 2025 a 0,975 euros brutos por acción, un 8,3% más que en el ejercicio anterior.
En la Junta General de Accionistas, celebrada en mayo, también se aprobó la distribución de un dividendo adicional de 0,50 euros brutos por acción, que se abonará en enero de 2026. Este dividendo en efectivo se completa con recompras de acciones por un importe total de 700 millones de euros en 2025, con el objetivo de reducir capital. Una primera reducción de capital ya se ha llevado a cabo y la segunda se efectuará antes de que termine el año. En 2026, tras las reducciones de capital llevadas a cabo en 2025, la compañía prevé distribuir un dividendo bruto que superará el euro por acción
