Además, ha avisado de que podría volver a recortar durante el primer semestre de 2025. Tras el recorte de tipos de diciembre, la quinta rebaja del año, el Riksbank acumula una reducción total de 1,5 puntos porcentuales desde mayo.
A lo largo del año, la inflación ha disminuido y las presiones inflacionarias se han estabilizado en línea con el objetivo. Además, a pesar de algunos indicios de que la actividad económica está en vías de recuperación, sigue siendo débil, ha explicado el organismo en un comunicado posterior a su última reunión del año.
Por ello, el Riksbank considera que es «adecuado» reducir los tipos de interés «aún más para apoyar la recuperación económica». De cara a sus próximas decisiones, ha asegurado que evaluará «cuidadosamente» la necesidad de futuros ajustes del tipo de interés, «a la luz del efecto de los recortes anteriores y los cambios en el perfil de riesgo en relación con las perspectivas de inflación y actividad económica».
No obstante, por el momento cree que las perspectivas de inflación y de actividad económica «siguen siendo inciertas» y que «hay varios factores que podrían llevar a una evolución económica y una política monetaria diferentes a las reflejadas en las previsiones del Riksbank».
«Existe una especial incertidumbre en relación con la evolución de la situación en el exterior, por ejemplo en relación con las tensiones geopolíticas, la falta de claridad en la política comercial y las crisis gubernamentales que surgen en Europa», ha dicho. También «existen riesgos relacionados con la recuperación de la economía sueca y el tipo de cambio de la corona. La nueva información y su posible efecto sobre las perspectivas de la economía y la inflación serán decisivos para la formulación de la política monetaria», ha apuntado.