A la letrada Guadalupe Sánchez le fue sustraído de su domicilio un ordenador portátil y una tablet, ambos utilizados para asuntos profesionales. Ocurrió el pasado 10 de diciembre, cuando abandono su vivienda para ir a cenar fuera con su familia.
Por su parte, a Carlos Neira, abogado fiscalista de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, le registraron su casa durante los días de Navidad, pero no se llevaron nada dado que no tenía ningún dispositivo informático en su interior.
Pero estos sucesos, ya en manos de la Guardia Civil, también afectó al propio González Amador. El pasado 4 de diciembre el empresario bajó al aparcamiento de su lugar de trabajo y se encontró con que alguien había abierto su coche, del que no se llevaron ni las tarjetas de crédito que ahí tenía ni una cantidad de dinero en efectivo que guardaba para realizar unas compras. En jornadas anteriores, al novio de Ayuso le llamó la atención y le pareció sospechoso un vehículo con múltiples antenas en el techo que estaba en el entorno de su domicilio. Lo llegó a dibujar en un papel y, en ese momento, no lo denunció, pero a la vista de la cadena de sucesos, lo ha puesto en conocimiento de la Benemérita.
El último suceso, que en el entorno de la pareja de la presidenta popular no descartan que pueda tener relación, ocurrió este fin de semana. Personas sin identificar accedieron al domicilio del arquitecto que realizó la forma del piso en el que viven actualmente González Amador y Ayuso. Tampoco se apoderaron de nada y señalan a este diario la posibilidad de que también se deba a que no había ordenadores.
No desechan tampoco ahora, además, que pueda tener que ver el allanamiento que en su domicilio sufrió, mucho antes, hace casi dos años, el artista Nacho Cano, muy cercano a Ayuso. Este suceso tuvo lugar justo un mes antes de las últimas elecciones generales (24 de mayo) y tampoco se llevaron nada de valor de su residencia.