Del 15 de septiembre al 15 de octubre, los madrileños y visitantes de la ciudad podrán descubrir una carta exclusiva, efímera e irrepetible, que funde la precisión francesa con la riqueza de los sabores de temporada, la sensibilidad artística y el savoir-faire de las grandes maisons.
Fiel a su filosofía —«la pastelería es una forma de arte, una que debe ser a la vez lujosa y profundamente arraigada en la artesanía»—, Rouzaud ha concebido una selección que invita a viajar por las estaciones, reinterpretando clásicos con una estética casi escultórica y una ejecución impecable.
Sus famosas tartelettes y otras de sus creaciones más icónicas
La propuesta incluye algunas de sus creaciones más icónicas, con especial protagonismo de sus célebres tartelettes: piezas delicadas, compuestas por fruta en su mejor momento, envueltas en una masa mantecosa y ligera que respira tradición, frescura y un toque de nostalgia. Entre las opciones destacadas se encuentran las tartaletas de frambuesa, haba tonka, manzana, e higo con piñones, todas ellas con una presentación elegante y minimalista.
A estas se suman delicias como el cheescake de limón, el Paris-Brest de pistacho, la emblemática creación de vainilla y nuez, el entremet de pera y vainilla, y un flan parisino que rinde tributo a la pastelería clásica con una textura y sabor excepcionales.
Para quienes prefieren llevarse el placer consigo, Flor y Nata ofrecerá una cuidada selección de gâteaux de voyage: la madeleine de limón, el financier de avellana y su ya mítica cookie, elaboradas con ingredientes de primera calidad, perfectas para cualquier momento del día.
Además, en Flor y Nata se puede disfrutar de un exclusivo Afternoon Tea que incluye una merienda a elegir entre té o café, una selección salada compuesta por croissant de mayonesa de huevo y aguacate, brioche de salmón y croque-monsieur, un pre-postre de granizado de manzana verde, lima y albahaca con frambuesa, una selección de pastelería con tartaleta de higo, entremet de pera y vainilla y entremet de chocolate y haba tonka así como un milhojas de vainilla con salsa de avellana y caramelo.
El precio es de 50 euros o 65 euros con copa de Champagne Louis Roederer.
Originario de Toulouse, Rouzaud se formó junto a leyendas de la gastronomía como el chef Eric Frechon (tres estrellas Michelin) y el maestro pastelero Laurent Jeannin, de quienes heredó una visión exigente, poética y rigurosa de la alta repostería.
Con más de dos décadas de experiencia en casas de renombre —entre ellas, el icónico Le Bristol Paris—, en 2020 fundó en Londres The Connaught Pâtisserie, considerada hoy una de las pastelerías más excepcionales del Reino Unido.
En 2025 lanza su proyecto más personal: Nicolas Rouzaud, Maison de Haute Pâtisserie, ya presente en Londres y Doha. Sus creaciones se distinguen por la exaltación de la fruta en su punto óptimo y por una estética inspirada en la joyería y la naturaleza, que convierte cada dulce en una pieza única, digna de colección.