El tribunal considera probado que Ryanair difundió declaraciones falsas y perjudiciales a través de su web, notas de prensa, redes sociales y mensajes de sus principales directivos, incluido su CEO, O’Leary.
La sentencia obliga a Ryanair a cesar toda comunicación denigrante contra eDreams y a eliminar cualquier contenido que desacredite a su competidor. Además, la aerolínea deberá publicar en su página web y redes sociales una retractación explícita, manteniéndola durante seis meses, en la que reconozca que eDreams Prime «es un servicio de suscripción legítimo que ofrece a los consumidores ahorros en vuelos, hoteles, paquetes y alquiler de coches».
Esta decisión llega tras una serie de medidas cautelares adoptadas en julio de 2024 por el mismo juzgado, que Ryanair incumplió de forma reiterada, lo que motivó un apercibimiento penal formal sin precedentes. La Audiencia Provincial de Barcelona confirmó posteriormente esas medidas y rechazó el recurso de Ryanair, concluyendo que los precios de eDreams Prime son, en muchos casos, más ventajosos que los de la aerolínea, y que sus afirmaciones ofensivas no se corresponden con la realidad.
El fallo judicial se suma a una sentencia previa del Tribunal Supremo que ya había obligado a Ryanair a cesar prácticas similares, y a múltiples decisiones previas en España y Alemania que han sancionado a la compañía por estrategias calificadas de abusivas o engañosas. En concreto, eDreams recuerda que la aerolínea ha sido condenada anteriormente por denigrar también a otras agencias de viajes que se negaron a aceptar sus condiciones de distribución.
La sentencia también se enmarca en un contexto de creciente presión regulatoria sobre Ryanair. La aerolínea recibió una sanción de 179 millones de euros del Gobierno español por el cobro del equipaje de mano y otros servicios, aunque ha quedado paralizada a la espera de que decida la Justicia. También tendrá que hacer frente a investigaciones de autoridades de protección de datos por imponer a usuarios la verificación biométrica para acceder a sus reservas cuando éstas se realizan a través de agencias online.
Asimismo, en Alemania, Ryanair fue obligada por los tribunales a cesar diversas prácticas comerciales consideradas perjudiciales para los consumidores, como la falta de transparencia en los precios, la imposición de jurisdicción irlandesa o la creación forzosa de cuentas para completar la compra de billetes.
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