La aerolínea irlandesa de vuelos económicos Ryanair informó este lunes de que obtuvo un beneficio de 211 millones de euros netos en el tercer trimestre fiscal (octubre-diciembre), frente a las pérdidas de 96 millones registradas en ese mismo periodo en 2021.
La compañía radicada en Dublín atribuyó hoy las ganancias a la «fuerte demanda» experimentada durante octubre y el periodo navideño, lo que «estimuló» su tráfico y el precio de sus billetes en «todos los mercados», sobre todo en España, Italia, Polonia e Irlanda. También contribuyó el aumento del turismo procedente de Asia y la fortaleza del dólar frente al euro. Ryanair subrayó que la guerra en Ucrania o la pandemia de covid no tuvieron un «impacto adverso» sobre el negocio.
La aerolínea destacó que transportó 38,4 millones de pasajeros en el tercer trimestre del presente año fiscal, que finaliza el próximo 31 de marzo, el 24% más que en el periodo anterior, mientras que las tarifas se encarecieron el 14% respecto a los niveles alcanzados antes de la crisis sanitaria.
Asimismo, aumentó sus ingresos en un 57 %, desde los 1.470 millones de euros facturados en el tercer trimestre de 2021 hasta los 2.310 millones entre los pasados meses de octubre y diciembre, al tiempo que elevó un 36% sus costes operativos, hasta los 2.150 millones de euros. La aerolínea, líder en Europa del sector de bajo coste, recordó que el pasado diciembre -28 meses antes de lo previsto- firmó un acuerdo para restaurar los salarios del 95 % del personal de a bordo, tras los recortes acometidos por la pandemia de coronavirus.
Su consejero delegado, Michael O’Leary, señaló en un comunicado que el tráfico aéreo podría llegar a los 168 millones de pasajeros al final del presente ejercicio fiscal, si bien prevé pérdidas en el cuarto trimestre debido a la ausencia de la Semana Santa en marzo este año. No obstante, predijo que, en línea con lo anunciado este mes, los beneficios de Ryanair para todo el año fiscal se situarán entre una horquilla de 1.325 y 1.425 millones de euros, por encima de los 1.000 y 1.200 millones previstos anteriormente.
Esta previsión de resultados, advirtió O’Leary, «depende en gran medida» de que no se produzcan «eventos adversos» relacionados, por ejemplo, con la crisis sanitaria o la guerra en Ucrania.