Los ingresos de la compañía han crecido también en los primeros nueve meses de su año fiscal, finalizado el 31 de diciembre. En concreto, un 26%, hasta los 11.270 millones de euros, mientras que los costes operativos se han elevado un 25% hasta los 8.880 millones.
Además, el número de pasajeros transportados en esos nueve meses ha aumentado un 10%, a 146,8 millones.
Respecto al tercer trimestre fiscal, la aerolínea ha cosechado un beneficio neto de 15 millones de euros, un 93% menos que los 211 millones del mismo periodo del año anterior, y es que, ha detallado la ‘low cost’, el aumento de los costes del combustible ha contrarrestado el incremento de los ingresos, que se elevaron un 17% a 2.700 millones.
En el trimestre, además, los costes operativos crecieron un 26%, a 2.720 millones de euros, y el número de pasajeros transportados se elevó un 7%, a 41,4 millones.
«Si bien el tráfico y las tarifas estuvieron por encima del año anterior, las cargas y los rendimientos en las fechas cercanas a Navidad y Año Nuevo fueron menores de lo esperado, ya que Ryanair bajó los precios en respuesta a la repentina (pero bienvenida) eliminación de vuelos de los sitios web de OTA Pirate a principios de diciembre», comenta la compañía en la nota de resultados.
O’Leary, CEO de Ryanair, ha apuntado que «la creciente diferencia de costes entre Ryanair y todos nuestros competidores de la UE (que se ve reforzada aún más por la financiación de bajo coste y los ingresos netos por intereses de Ryanair) sigue siendo una ventaja competitiva creciente».
Además, ha apuntado que la ‘low cost’ tiene una cobertura de casi el 94% para el combustible del cuarto trimestre, mientras que la cobertura para el año fiscal 25 ha aumentado al 65%. «Esta fuerte posición de cobertura nos protege de la volatilidad actual del precio del combustible y ofrece aproximadamente ahorros de 450 millones de euros en combustible ya cubiertos para el año fiscal 25», ha destacado. Sin embargo, también ha reconocido la delicada situación a la que se va a enfrentar Ryanair en su cuarto trimestre fiscal. «Tradicionalmente es nuestro trimestre más débil», ha dicho O’Leary, que ha comentado que también se verá afectado por la cancelación parcial de los créditos de carbono gratuitos del RCDE (a partir del 1 de enero). «Si bien nos beneficiaremos de la caída del tráfico de Pascua en la primera mitad a finales de marzo, es poco probable que esto compense por completo los factores de carga y los rendimientos más débiles de lo esperado a finales del tercer trimestre y principios del cuarto», ha remarcado.
Eso ha llevado a la aerolínea a recortar sus previsiones. En concreto, ha reducido su estimación de beneficios para el año fiscal 24, que ahora espera cerrar con ganancias de entre 1.850 y 1.950 millones de euros (antes entre 1.850 y 2.050 millones). «Esta orientación y el resultado del año completo siguen dependiendo en gran medida de evitar eventos adversos imprevistos en el cuarto trimestre (como la guerra de Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamas y nuevos retrasos en las entregas de Boeing)», ha concluido O’Leary.