«La entidad ha remitido un escrito para solicitarle que, de forma preventiva, adopte un criterio público adelantando al mercado las medidas que exigirá a todos aquellos que quieran hacer pública su intención en la OPA», explican desde el vallesano. En dicho escrito, plantea que CNMV exija a todos los accionistas que detallen cuál es su participación en la entidad, que aseguren de manera irrevocable que irán con toda su posición y que comuniquen cualquier tipo de interés adicional existente (incluyendo la titularidad de otros valores o instrumentos de deuda o capital regulatorio de Banco Sabadell). El objetivo según defienden desde el grupo catalán pasa por «evitar potenciales manipulaciones de mercado».
Por este motivo, ve necesario que se incluya en dicho criterio público la revisión de las aceptaciones de aquellos inversores que han manifestado públicamente su intención de aceptar la OPA, en aras de asegurar que cumplen lo anunciado. Banco Sabadell muestra su preocupación por que determinados inversores quieran manipular al mercado comunicando su intención de acudir a la OPA con el único objetivo de garantizar que se alcanza el 30% de aceptación y se produzca, por tanto, una segunda OPA obligatoria y en efectivo, en caso de que BBVA quisiera seguir adelante con la adquisición de la entidad», remarcan.
Desde el equipo liderado por Josep Oliu advierte de que si estos inversores finalmente no acudiesen con todas o parte de sus acciones a esta primera OPA, podrían ser constituvas de manipulación de mercado «por emitir indicios o señales falsas o engañosas a cuenta de la oferta o demanda de acciones de Banco Sabadell». Ponen como ejemplo el fondo Algebris que ya ha dicho que venderá a BBVA su 0,05% del capital. En este contexto, urgen a corregir «de inmediato la actuación particular de cualquier accionista que haya expresado ya públicamente su intención de acudir para que aporte toda la información que permita a los inversores disponer de los elementos de juicio necesarios para una adecuada comprensión de la posible motivación de la comunicación». Esta toma de acción se produce ante el aumento de la tensión entre el banco y su tercer mayor accionista, David Martínez, que ostenta un 3,8% de los títulos.