Fuentes de la entidad financiera admiten que la adquisición les proporcionaría una mayor presencia en Andalucía, en donde el banco malagueño tiene el 39 % de sus oficinas, pero además hay que analizar a fondo el balance de la compañía, y los catalanes insisten en que no lo han hecho, y parece que no tienen pensado hacerlo. En el Sabadell afirman estar «contentos con lo que tenemos», de modo que no se plantean una adquisición en esta línea.
Los rumores de esta posible compra circulan desde hace tiempo, especialmente debido a los problemas de gobierno corporativo y líos internos que han rodeado a la compañía andaluza. La última noticia importante relacionada con esta cuestión fue el nombramiento en julio de Isidro Rubiales como consejero delegado para acabar con la guerra interna en el consejo de administración. El nombramiento fue ratificado por el Banco Central Europeo el 20 de septiembre.