Según el CEO de Sabadell, “ha habido preguntas de directores financieros de grandes corporaciones y clientes de banca privada por si se tenían que preocupar”, pero “en términos de actuación o movimientos de pasivo, absolutamente nada”. “Presión ha habido, sobre todo inquietud por parte de analistas y mercados. Yo creo que se ha resuelto y se ha resuelto de forma muy clara”, ha añadido González-Bueno, quien ha asegurado que la situación es de “tranquilidad absoluta”. Por su parte, Leopoldo Alvear, director financiero del grupo, ha puntualizado que esto se ha debido a que la exposición de Sabadell a este evento ha sido “limitada”. “Nuestra base de depósitos es mucho más atomizada”.
Por otro lado, el consejero delegado de Banco Sabadell ha destacado que es momento de centrarse en la rentabilidad del negocio. Así, González-Bueno ha descartado que la entidad lleve a cabo “grandes movimientos” para ganar cuota de mercado. “No es momento de grandes movimientos, de grandes cambios, de grandes luchas por cuotas, sino que es un periodo de transición y normalización que nos lleva a defender la liquidez”, ha aseverado el CEO.
En este sentido, ha señalado que en la compañía están “muy satisfechos” con el resultado de su alianza con Nexi, la cual compró el 80% de Paycomet, filial de pagos del banco. Con todo, el CEO ha señalado que “no hay muchas cosas sobre las que nos podamos o debamos plantear alternativas”.
“Si hubiese alternativas industriales de ese estilo, lo haríamos. Ahora mismo con estas ratios de capital, no nos vamos a plantear nunca operaciones que sean simplemente de generación de capital”, ha añadido.
La firma catalana obtuvo en los primeros tres meses del año un beneficio de 205 millones, un 4% menos respecto al mismo período del año anterior. Buena parte de esta reducción de las ganancias se ha debido al impuesto extraordinario a la banca, por el cual el Sabadell tuvo que pagar 157 millones de euros, con lo que su resultado se habría disparado un 69,4% respecto al primer trimestre de 2022 y habría escalado hasta los 361 millones.
De acuerdo a los resultados trimestrales, los recursos de los clientes, por su parte, alcanzan los 162.307 millones, un 0,6% más con respecto al año anterior y un 1,1% menos en el trimestre. La caída en el saldo de cuentas a la vista, del 2,7% interanual, se compensa con la buena marcha de los depósitos a plazo, del 20% interanual y el 14% en el trimestre. Los costes del banco se incrementaron un 0,7%. Prueba de todo ello es la buena marcha que ha exhibido la entidad del negocio bancario. El margen de intereses se ha disparado un 28%, hasta los 1.100 millones. Las comisiones netas han caído un 2,4% con respecto al año anterior, hasta los 350 millones. Los ingresos del negocio bancario —que computan tanto el margen de interés como las comisiones— avanzan un 19%, hasta los 1.450 millones.
Pese a ello, el beneficio ha registrado una caída del 4%, hasta los 205 millones, debido al pago del impuesto extraordinario a la banca. Este grava el 4,8% de los ingresos obtenidos en España, en el que se ha gastado 157 millones. Como el Banco Santander, el Sabadell ha optado por abonar al inicio del ejercicio todo el impuesto. El Gobierno, no obstante, permite a las entidades que realicen al inicio del ejercicio un adelanto del 50% y abonen el resto del impuesto al final. El banco afirma que, descontando el pago de este gravamen, el beneficio hubiese aumentado un 69%.
El banco también muestra fortaleza ante turbulencias financieras. La ratio de capital CET 1 fully loaded aumenta en 24 puntos básicos, hasta el 12,78%. La liquidez, a cierre de marzo, se sitúa en el 220%. Todo ello con la rentabilidad al alza, que escala hasta el 9,9% (11,4% sin contar el impacto del impuesto).
El empeoramiento de las condiciones económicas, además, tiene un correlato menor al esperado por el banco sobre sus cuentas. El banco ha conseguido en este trimestre reducir la morosidad hasta el 3,52%, frente al 3,66% del año anterior, pese a que se incrementa ligeramente frente al dato a cierre de . Los activos problemáticos también descienden en 500 millones, hasta los 7.008 millones, de los que 5.891 millones son préstamos dudosos y 1.117 millones, activos adjudicados. La firma ha realizado dotaciones por 236 millones por insolvencias, un 4% más que el año anterior, pero un 27% menos que en el último trimestre del año pasado.