Según los registros de la CNMV, Salazar Lomelín ha comprado 1,5 millones de acciones de BBVA en operaciones realizadas en la Bolsa de Nueva York en los ADR de la firma española en ese mercado. La inversión le ha supuesto un desembolso de unos 10 millones de euros al cambio actual y es el equivalente al 0,025% del banco. La serie de compras se han efectuado entre el 7 y el 11 de agosto aunque se han conocido ahora a través del supervisor español. Los precios de compra oscilan entre los 7,5 y 7,7 dólares por acción, en línea con su cotización al cierre de este lunes. No es la primera inversión que realiza el mexicano en 2023.
En febrero y mayo compró dos paquetes adicionales que suman otros 684.000 títulos en el mismo mercado estadounidense que elevan su participación en BBVA hasta el 0,036% del capital. Según el último informe de gobierno corporativo del banco, Salazar tenía su casillero a cero al cierre de 2022, al igual que la mayoría de miembros del consejo salvo los dos principales ejecutivos.
Salazar Lomelín, de 72 años de edad, es consejero externo del banco español desde marzo de 2020, cuando se hizo oficial en plena pandemia su primer nombramiento con un mandato de 3 años. El pasado mes de marzo volvió a ser propuesto para seguir ocupando un sillón en el consejo hasta 2026 y fue reelegido en la votación de la Junta de Accionistas de la entidad. Su vinculación el banco español viene de lejos, ya que desde 2005 fue consejero en Bancomer, la filial en México, que se ha consolidado desde que BBVA lo compró en 2000 como el mayor banco del país. Salazar Lomelín es un empresario de larga trayectoria en diversos sectores, aunque su rol principal está ligado a puestos de dirección en torno al Grupo Monterrey, la familia Garza y el gigante de las bebidas Femsa, que embotella Coca-Cola en México y que vendió activos cerveceros a Heineken en 2010 por 3.800 millones de euros.
Su prestigio le llevó a dirigir la patronal empresarial Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cargo que mantiene y compagina junto a su papel de asesor y consejero independiente en empresas como el grupo de restauración Alsea (Grupo Vips). También es una figura clave en el mundo educativo como presidente de la escuela de negocios y formación directiva de EGADE Business School, así como profesor en el Instituto Tecnológico de Monterrey.
Con buenos contactos tanto en EEUU como en México, Salazar ha desempeñado un rol estratégico en el Estado de Nuevo León, de donde es oriundo, como presidente del Consejo de Planeación Estratégica del gobernador Samuel García. Salazar Lomelín forma equipo aquí con otros dos pesos pesados como Blanca Treviño (Softtek) o José Antonio Rivero Larrea (Autlán). Se trata de un consejo empresarial en la sombra que ha servido, entre otras cosas, para que Elon Musk haya elegido el estado de Nuevo León como la ubicación idónea para construir su nueva gigafactoría de automóviles y baterías en el país. La alfombra roja del gobierno de Samuel García ha arrastrado a la región a parte de la industria auxiliar que necesita Tesla para ponerse en marcha, además de convertirse en un centro neurálgico para la multinacional del coche eléctrico por la cercanía que tendrá con las oficinas centrales y el centro de producción en Texas.