En otras palabras, Sánchez ha decidido que la mejor manera de acallar las voces de los dirigentes históricos que critican su forma de actuar mintiendo a todos los españoles y bajándose los pantalones ante independentistas, separatistas y ultraizquierdas para seguir sentado en el sillón de la Moncloa es expulsar del partido a todo aquel que se atreva a criticarle y ha empezado por el mas débil, o si se me apura por el que menos complicaciones podría generale .
De esta manera, la trayectoria en el PSOE de Redondo Terreros (Portugalete, Bizkaia, 1958), exlíder de los socialistas vascos e hijo del histórico líder de UGT, ha llegado a su fin, ya que abiertamente crítico con Sánchez y con la dirección del partido por sus continuas mentiras a los votantes, ha sido expulsado del partido por «reiterado menosprecio» a las siglas socialistas.
Además, desde l asede central aducen que ya se le había abierto expediente por sus manifestaciones de «menosprecio» al PSOE, Redondo no hizo alegaciones durante el proceso y la comisión ejecutiva federal del PSOE del pasado lunes que aprobó la expulsión definitiva. «Este partido tiene unos estatutos, con derechos y obligaciones para todos los afiliados. Todos. No es cuestión de nombres —avisan desde la sede federal—. El PSOE obtuvo la confianza de ocho millones de españoles en las anteriores elecciones, un millón más que en 2019, y el respeto a la organización en la que se milita debería ser algo básico. No es discrepancia, que es otra cosa».
Sin embargo, el dirigente que ha conocido su expulsión por los medios ha negado taxativamente que actualmente tuviera un expediente abierto en el partido. Si ha reconocido que se le abrió uno en 2021 porque la dirección estimaba que había pedido el voto para Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas madrileñas de mayo de ese año, pero finalmente ese expediente fue archivado.
Esta expulsión se suma a la del ex presidente socialista de la CC AA de Madrid Leguina que hace ya tiempo fue expulsado del Psoe, lo que falta por ver es si Sánchez se atreve a expulsar a los también críticos, González Guerra, Rodríguez de la Borbolla, y el largo etc que estos días critica una y otra vez el escandalosos modo de venderse del actual secretario general de los socialistas e incluso si se atreve con el todavía en activo García Page que, jun día tras otro critica las mentiras de Sánchez.