Sánchez, que llegó anoche a la capital china en plena batalla comercial entre este país y EE.UU., afirmó al inicio de su encuentro con Xi que su país trabajará «por unas relaciones entre la UE y China en las que imperen el diálogo, la reciprocidad y la armonía».
«España siempre trabajará para favorecer unas relaciones sólidas y equilibradas entre China y la UE (…). Una Europa fuerte contribuye también a la estabilidad y a la prosperidad mundial», dijo el gobernante español, que es el primer líder europeo que visita el gigante asiático después de que Estados Unidos anunciara paralizar sus aranceles «recíprocos».
Además, destacó que la mirada española siempre estará puesta «en el desarrollo de unas relaciones mutuamente beneficiosas» entre Pekín y Madrid.
«Queremos trabajar en temas de interés común, fomentando el comercio y las inversiones de una forma equilibrada para que redunden en el desarrollo de nuestros países desde nuestras visiones respectivas y queremos fomentar el acercamiento entre nuestras sociedades», apuntó.
Mientras, el presidente chino destacó que esta es la tercera visita del gobernante español en tres años, tras las realizadas en marzo de 2023 y septiembre del año pasado. «Ante la evolución en los cambios globales, solo con colaboración entre países se puede trabajar por la paz y la estabilidad», aseveró Xi en el encuentro, celebrado en las instalaciones protocolarias de Diaoyutai y no en el Gran Palacio del Pueblo, al no ser Sánchez jefe de Estado.
También avanzó que China «está dispuesta a crear con España una asociación estratégica integral con miras a mejorar el bienestar de nuestros pueblos, inyectar fuerza motriz a las relaciones sino-europeas y hacer mayor contribución a la paz, la estabilidad y el desarrollo globales».
«Cuanto más turbulenta y cambiante sea la situación internacional, más importante será mantener un buen y estable desarrollo de las relaciones», apuntó.
Xi hizo asimismo alusión al artículo conjunto publicado en medios internacionales en marzo por Sánchez y los presidentes de Brasil y Sudáfrica,, cuyo contenido calificó de «visiones estratégicas y reflexiones racionales». El texto, según el líder chino, fue «un llamamiento para dar un nuevo impulso al multilateralismo y rechazar el repliegue hacia el aislamiento y acciones unilaterales».
En la reunión con Xi se espera que Sánchez aborde cuestiones como el desequilibrio de la balanza comercial, las inversiones chinas en España, la guerra en Ucrania y el convulso escenario causado por la guerra comercial iniciada por Washington.