Como se sabe durante una improvisada sesión de preguntas en el Despacho Oval, un periodista interrogó al mandatario sobre el bajo gasto en defensa de países de la OTAN como España y Francia. Trump respondió enfatizando que el gasto militar de España era «muy bajo» y, sin transición lógica, aseguró que España era un «país BRICS». Y, si los BRICS quieren hacer eso, está bien, pero vamos a imponer al menos un arancel del 100% a los negocios que hagan».
Ante la insistencia de los periodistas, Trump mantuvo su postura, sugiriendo que los BRICS intentaban «jugársela a Estados Unidos» con su propuesta de una moneda global alternativa al dólar. Sin embargo, su discurso pareció divagar entre críticas al gasto militar de la OTAN y una amenaza velada a los países emergentes, con España atrapada en la confusión. «No van a ser felices si lo hacen», aseguró, en una frase más propia de su retórica de campaña que de una política exterior bien definida.
Si a ello se une la imagen que se ha dado a los mercados con la intervención, al mas puro estilo de república bananera en Telefonica, se puede afirmar que la inversión extrajera se va a pensar muy mucho su aterrizaje en España. De poco va a valer la presencia del ocupante de La Moncloa en Davos porque cualquier empresario o inversor se tentará mucho la ropa antes de tomar una decisión que puede terminar en ruina por la obsesión de acaparará poder y mantenerse en el poder contra viento y marea.
En ese ambiente la afirmación de Diaz Ayuso en un desayuno informativo ha sido muy clara, espera que el nuevo presidente deje el carné del PSC en la puerta cuando entre en esta importante empresa y que entienda que ahora no son las relaciones de partido las que tienen que primar. Pero eso va ser difícil, porque el,objetivo de su nombramiento no es la neutralidad empresarial , sino todo lo contrario, el trato de favor para los suyos y sus intereses.
Estamos ante un nombramiento de carácter absolutamente político, y todo lo demás es buscarle tres pies al gato o tragarse las bolas de los ministros sobre que era el momento del cambio porque Telefónica debe dar un salto cualitativo y bla, bla, bla. ¡ Pobre Cuerpo, vaya papelón en Bruselas¡
Si luego Sánchez se queja de esto y aquello y critica a la tecnocasta habrá que recordarle que se lo ha ganado a pulso, porque lo mismo que esta haciendo Trump es lo que el ha venido haciendo en los últimos años con el asalto a los distintos poderes e instituciones cuyo ultimo episodio, de momento , es el show de y en Telefónica.