Y no es que parezca una mentira es que no le quedan muchas mas alternativas. O si se prefiere, las alternativas que le quedan son peores que un par de días en Niza hablando de las mares océanas y disfrutando del paseo marítimo de la capital del cine francés degustando algún que otro plato de su cocina, o simplemente tomado el aperitivo en la terraza del Negresco, porque so si lo puede hacer en Niza, pero no en el Ritz madrileño porque cono ya es habitual le abuchearían unos cientos de personas, que además pasarían del abucheo a los insultos o a los gritos de dimisión, dimisión, etc,
Mientras tanto y en una cumbre de las que hacen época podrá debatir sobre cómo lograr que en 2030 al menos el 30% de las zonas marinas sean áreas protegidas. Y por supuesto ya habrá participado en la cena que ofreció el presidente francés, Macron, a los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a esta tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos, copatrocinada por Francia y Costa Rica.
Como no podía ser de otra manera hoy mismo habrá intervenido en el pleno diciendo todas esas tonterías que gustan a la progresía sobre mares y peces y de las que luego nadie se acuerda porque son nimiedades huecas y poco mas.
Pero tras esa orgia de populismo, al mejor estilo sanchista que tanto gusta en Moncloa, el miércoles, el presidente del Gobierno se enfrentará a la sesión de control en el Congreso de los Diputados. Será la primera vez desde que se destapó el caso de la conocida como ‘fontanera’ del PSOE. Y es que aunque parezca mentira, a Sánchez no se le ha escuchado públicamente nada sobre los audios en los que Leire Díez pedía a un empresario información comprometedora sobre un teniente coronel de la UCO. Su última comparecencia ante los medios fue hace más de un mes, concretamente el 29 de abril.
Y por si ello fuera poco le queda el lio legal de su fiscal general y del proyecto de empleo de su hermanito, ambos con graves problemas jurídicos que pueden terminar mal o muy mal
Eso si, será la última sesión de control al Gobierno del curso político porque ya se ha encargado el presidente del Congreso en poner la alfombra roja para que tras pasar el trago, el señorito se vaya sin mas comparecencias hasta octubre, es decir unas largas y mas que saneadas vacaciones en las que nadie le podrá toser políticamente hablando y en las que aprovechara para descansar, reponer fuerzas y maquinar todo tipo de maldades para con sus adversarios y simpatizantes
Es decir, preparando el próximo y definitivo curso en el que algunos ven la celebración de elecciones como recurso final.