Después de ese encuentro entre las distintas autoridades, Sánchez ha comparecido brevemente ante la prensa para exponer el contenido de su visita al gigante asiático. Según Sánchez, su visita ha contribuido a «fortalecer los lazos con China», ya que en palabras del presidente «vivimos en un momento en el que toca expandir horizontes». Y ha añadido que «con este viaje hemos dado un paso importante, reforzando la relación con los dos países».
Sobre Xi Jinping y Donald Trump, y la oportunidad de este viaje, ha defendido que «la política exterior de España no va contra nadie, va en defensa del entendimiento entre países, del orden multilateral y del libre comercio».
«España es un actor activo en la construcción de ese vínculo. La política exterior de España es una política coherente y consecuente. No voy a entrar en la relación entre Estados Unidos y China, yo soy el presidente de España y España es un país europeo», ha dicho en relación al 50 aniversario de las relaciones entre la Unión Europea y China.
En ese sentido, Sánchez ha insistido en «tejer alianzas» con otras partes del mundo. «España y la Unión Europea defendemos los mismos intereses (…). He hablado con la presidenta de la Comisión y volveré a hacerlo».
Sobre los aranceles, asevera que la posición de España «es positiva en cuanto a la crisis comercial»: «Tenemos 90 días y la posición que tenemos es la de dialogar y llegar a la mejor opción para ambas partes». También ha recalcado que «no se impondrá ni el 25 % del acero y aluminio, ni el 25 % a los vehículos europeos» y que, por tanto, «será una negociación intensa, pero creo que todo se tendrá en cuenta». También ha insistido en el sector del automóvil.
En medio de la incertidumbre que hay en el panorama internacional, cree que «hay oportunidades para fortalecer la relación entre España y China y China y la UE».