El ejemplo de haber restablecido la normalidad con la Generalitat, ha subrayado, es el último aval que se suma a todos esos indicadores económicos en los que España sigue mejorando las medias europeas.
En un entorno empresarial en el que ha habido grandes empresas nacionales que han puesto en duda incluso mantener el ritmo de inversiones en España, Sánchez ha preferido tender la mano y no ahondar en las diferencias, sino resaltar por encima de las diferencias las fortalezas de España. De esta manera, Sánchez ha querido marcar frente a las grandes empresas algunas bases económicas de la hoja de ruta de su legislatura. “La apuesta por la estabilidad, la paz social, el progreso y la convivencia que hacemos tiene, yo creo, una dimensión económica evidente y vamos a perseverar en ese camino”, ha destacado el presidente en la clausura del Congreso 10º Aniversario Multinacionales con España.
El presidente ha defendido que España es “sin duda alguna” un destino de excelencia para poder invertir, para crear empleo y para generar riqueza. Pero aunque el presidente ve “legítimo” que las empresas aumenten sus beneficios, ha insistido en que también tienen que “implicarse y preocuparse” por el impacto social que genera su actividad económica sobre el territorio y el país en el que operan.
Sánchez, ante las incertidumbres y las “transformaciones extraordinariamente relevantes” que tiene el país por delante, ha destacado la importancia de la colaboración público-privada. “Las empresas necesitan al sector público y que el sector público necesita a las empresas”.
El presidente se ha fijado como prioridades la mejora de la cualificación de los trabajadores, abordar la mejora de los incentivos para los parados de larga duración, el control de control o de reducción de la inflación o establecer una política fiscal sostenible, que permita cumplir los compromisos con la Unión Europea.
Otro de los puntos principales para Sánchez esta legislatura se basa en completar el proceso de reindustrialización en clave verde y digital. “Tengo que deciros que yo estoy muy ilusionado con toda esta política de reindustrialización porque supone cohesionar a nuestro país en el ámbito social y, sobre todo, en el ámbito económico”, ha remarcado. Para ello, la reciente aprobación por parte de la Comisión Europea de la Adenda para el Plan de Recuperación y por tanto de los fondos europeos, supondrá la movilización de hasta 163.000 millones de euros hasta 2026.
Junto a esto, cree que España tiene que continuar consolidando el papel de liderazgo en la esfera europea internacional y ser parte activa en la conversación global sobre temas que también “atañen como líderes de sus multinacionales”.
La presidenta de Multinacionales con España, Cabrera, ha destacado en la clausura del Congreso que las multinacionales desempeñan un papel “clave” en la construcción de un tejido empresarial sólido y de mayor tamaño. En concreto, ha explicado que España cuenta con más de 14.700 filiales de empresas extranjeras que generan el 27,5% de actividad empresarial. Son empresas que emplean de forma directa a 2 millones de personas y a otros 2,6 millones de manera indirecta. “Competimos en un mercado global y en este contexto es necesario contar con un entorno político, económico y social que facilite la actividad empresarial y comercial en España”.
En este sentido, la presidenta de la asociación ha insistido en que la estabilidad en el ámbito político y la seguridad jurídica son “imprescindibles” para mantener la confianza de los inversores en el país. “Nuestro país debe aspirar a liderar la atracción de inversión global en los próximos años”, ha recalcado. Para contribuir a este fin, Cabrera ha avanzado que desde la asociación han elaborado el ‘Plan Atrae’, en el que se recogen una batería de propuestas de mejora y en el que se resalta como prioritario avanzar en el entorno social, territorial, físico, regulatorio y administrativo para atraer y mantener las inversiones en España.