Tras la derrota y con la boca pequeña el F¡Gpobierno dice respetar la decisión de los accionistas, aunque insiste en que su marcha no era necesaria. Es decir, mantiene su tesis de que las empresas que cotizan en España pueden hacerlo de forma simultánea en la bolsa de Nueva York si así lo solicitan, ya que no existen obstáculos legales, normativos o de operativa que lo impidan
En este sentido, desde Economía recuerdan, en un alarde de cinismo muy propio de este gobierno, que el Ejecutivo trabaja actualmente para atraer inversión y favorecer que las empresas en España puedan crecer, crear empleo y acceder a los mercados financieros desde nuestro país en las mejores condiciones posibles. Es mas, inciden en que todas las previsiones nacionales e internacionales apuntan a un crecimiento económico de nuestro país este año que casi duplica la media europea y de las principales economías de la zona euro. «España es un país competitivo, que atrae talento e inversiones», y recuerdan que el pasado ejercicio la inversión extranjera superó los 34.178 M€, el segundo mejor año de la historia.
Pero se les olvida la inseguridad jurídica en la que han de operar las empresas y las continúas subidas de la presión fiscal desde todos los ángulos posibles, con una voracidad impropia de un Estado moderno y eficaz y con una tasa de empleo que solo se salva gracias al empleo público, único que crece.
Puestos en la balanza todas estas circunstancias no es de extrañar que alguna otra gran empresa tome la misma decisión que Ferrovial, salvo que el gobierno cambie y el nuevo equipo inicie una rápida reforma que compense los desafueros cometidos en estos últimos años.