Y ese aspecto, a veces tan descuidado por muchos, es una de las grandes virtudes del ocupante de La Moncloa. Gracias a ella ha sacado adelante muchos temas y la crisis generada por el cupo catalán y la inmigración es una, quizá la mas compleja, a la que se ha enfrentado. Por ello resulta curiosos observar los comentarios que se están produciendo tras las distintas reuniones con los presidentes de las CC AA.
El primero en explicar lo que ha visto ha sido el lendakari vasco, socio y fiel cumplidor de sus compromisos. Para Pradales, «la impresión que obtengo» tras el encuentro es que el presidente del Gobierno «tiene ganas de continuar con una legislatura larga». Tras ello, el jefe del Ejecutivo vasco ha reseñado que «Euskadi va a jugar a favor de la estabilidad en el Estado», y claro esta en relación al famoso cupo ha destacado que «respeto lo que Cataluña acuerde con el Estado», y que no le gusta meterse en «casa ajena» dado que «no me gusta que nadie se meta en la casa de los vascos».
Poco después entraba el primer presidente autonómico del PP a despachar con Sánchez, A la salida, el rostro de Rueda lo decía todo. El presidente autonómico enumeró una serie de temas tratados en la reunión de los que apenas logró respuesta por parte de Sánchez. «Me voy con intranquilidad», reconoció al concluir que no había conseguido «ningún compromiso de detener la dinámica de pactos singulares» como el de Cataluña. «Los pactos de financiación singulares perjudican a todas las comunidades autónomas y lo tenemos cuantificado en una disminución de la financiación actual para nosotros», aseguró recordando que apenas se conocen detalles de los acuerdos del Gobierno con los partidos separatistas catalanes.
Otros mas los seguirán y poco sacaran en claro, pero mientras los fontaneros de La Moncloa con Santos Cerdan a la cabeza tratan de hacer cambiar de posición a Puigdemont que no deja de repetir y cumplir eso de que “ lo mismo que votamos ‘no’, volveremos a votar que ‘no. Si cambian, hablaremos de ello. Espero que se haya entendido, aunque me temo que esto no nos ahorrará que nos vuelvan a linchar a través de sus medios afines”.
Y esto si que le hace cambiar de gesto y aflorar la muesca dolorosas de pensar y repensar que este fugado en tiene cogido por los mismísimos y le puede obligar a abandonar su querida y adorada La Moncloa