Desde este Ministerio se está preparando un estudio pormenorizado del impacto que tendría esa absorción, que en algunas comunidades va a ser mayor que otras, dependiendo del número de funcionarios que tengan, ha avanzado. En cualquier caso, y si no prosperasen esas negociaciones, «la sanidad pública estaría eventualmente preparada para la absorción de toda esa población». «El Sistema Nacional de Salud es un sistema robusto que puede dar servicio, cómo no, y estaríamos orgullosísimos de dárselo también a nuestros servidores públicos y a nuestros funcionarios», ha abundado.
No solo eso, sino que prestaría «un servicio que incluso para determinadas poblaciones es mejor, porque incluye la Atención Primaria».
Es más, aunque las aseguradoras puedan estar pensando que atender a la población Muface, más envejecida, no les resulta del todo rentable, es la que cuida «con más cariño» la sanidad pública porque tiene «una atención primaria robusta, que es la que se encarga efectivamente de los pacientes crónicos, pluripatológicos y mayores».
Algo que parece que no podría hacer el sistema madrileño de salud al hilo de las declaraciones de su presidenta, que demuestran, a juicio de García, que «es consciente de que la tiene la sanidad hecha unos zorros».