Es decir, PP y Junts han tumbado la ley para crear una agencia de salud pública, que anunció el presidente del Gobierno como una «medida estrella». Y eso que tanto PP como Junts iban a votar a favor, pero han tomado esta decisión a última hora como castigo por el «atropello» perpetrado por el Gobierno contra el Senado porque ha anulado, unilateralmente y sin aval jurídico, las enmiendas que provenían de la Cámara Alta en la ley para prevenir las pérdidas alimentarias y que habían pactado populares y posconvergentes.
Esas enmiendas están vinculadas a la cogeneración eléctrica, pero el Gobierno ha impedido que se votaran en el Congreso porque consideran que supone una merma presupuestaria de 65 millones de euros para el Estado. Por tanto, Hacienda ha vetado esas enmiendas pese a que no puede hacerlo porque se han votado ya en el Senado y ya solo el Pleno del Congreso podía tumbarlas o aprobarlas. Pero, en ningún caso, el Gobierno contaba con la posibilidad de vetar esas enmiendas, aunque lo ha hecho. Es más, el letrado mayor del Congreso ha advertido de que hay jurisprudencia constitucional contraria a esa práctica del Gobierno.
Esa maniobra del Gobierno ha hecho que la ley para la creación de una agenda de salud pública quede tumbada. En total, han votado 345 diputados y 176 han votado en contra: 167 sí han votado a favor.