Esta aportación de mobiliario urbano contribuye a las acciones impulsadas por Santander para ayudar a los ciudadanos y empresas damnificadas que, a día de hoy, siguen trabajando para recuperar la normalidad, la actividad y las infraestructuras dañadas. Además de este mobiliario, la entidad ha donado ya más de 4,1 millones de euros para la ejecución de distintos proyectos e iniciativas de asistencia y colaboración con los más afectados, canalizadas a través de más de 40 ONG y fundaciones que trabajan en la zona desde la tragedia; también en otros programas específicos como el plan de ayudas económicas directas a universitarios afectados de la región para ayudarles a continuar con sus estudios o las donaciones en especie de material de primera necesidad a través de su dirección territorial en la Comunidad Valenciana.
Más de 1,2 millones de tarjetas recicladas
Banco Santander pone a disposición de sus clientes la posibilidad de entregar sus tarjetas caducadas o deterioradas para someterlas a un proceso de reciclaje y transformación en mobiliario urbano. El cliente deposita su tarjeta caducada en el cajero automático y unos días después recibe un mensaje que le confirma que ha sido reciclada. Las tarjetas se convierten en materia prima para fabricar este mobiliario, junto con redes marinas recuperadas del fondo del mar, dando una segunda vida al producto. Santander dona los bancos fabricados a los ayuntamientos y responsables de cada ciudad, que son los que deciden las ubicaciones más adecuadas para los bancos Santander. La entidad ha reciclado ya más de 1,2 millones de tarjetas que equivalen a 6,2 toneladas de plástico; una iniciativa que forma parte de su apuesta por la economía circular y por continuar reduciendo sus impactos medioambientales. El objetivo de Banco Santander es que este mismo año todas sus tarjetas estén fabricadas con materiales sostenibles en todos los países en los que opera.