La agencia de noticias agrega que aún no se ha tomado una decisión final ni se ha definido el momento exacto de la posible venta, según las fuentes consultadas. El grupo declinó hacer cualquier comentario al respecto.
Santander acordó hace seis meses vender una participación del 49% de su filial polaca a Erste Group por unos 7.000 millones, como parte de su estrategia de reenfoque internacional. Se espera que esa operación se cierre hacia finales de año, según reiteró hace dos semanas el consejero delegado de la entidad cántabra, Héctor Grisi, en la presentación de resultados del tercer trimestre.
La venta de la participación del 49% generará una plusvalía neta aproximada de 2.000 millones para Santander, lo que supondrá un incremento de unos 100 puntos básicos en la ratio de capital CET1 del grupo, equivalente a unos 6.400 millones, y situará la ratio de capital CET1 proforma en torno al 14%. El objetivo del grupo para el conjunto del ejercicio en términos de solvencia es alcanzar un 13%, cifra que ya superaba en el tercer trimestre, con una ratio del 13,1%.
El grupo cántabro ha destinado la mitad de los ingresos de esa transacción a recompras de acciones —anunció en febrero que espera retribuir un mínimo de 10.000 millones de euros en buybacks en dos años— y parte del resto a la adquisición de TSB, la filial británica de Banco Sabadell, precisamente en el medio de la opa de BBVA. En el marco de la transacción bancaria fallida, la operación fue un golpe de efecto inesperado por parte del vallesano: con los ingresos obtenidos, prometió al accionista un macrodividendo extraordinario por el valor de 2.500 millones que se abonará previsiblemente en el primer trimestre del próximo año y que fue clave en su estrategia contra BBVA.
«Mantendremos Polonia como parte de la estrategia en nuestro negocio de consumo. Seguirá siendo un mercado core», anotó en su momento la presidenta del banco, Ana Botín, en una conferencia con analistas para explicar los detalles de la operación. En los primeros nueve meses del año, Santander cosechó un beneficio neto de 713 millones en Polonia, un 11% más que el mismo período de 2024, situando al país entre los 10 principales mercados del grupo.
En la última presentación de resultados, la cúpula directiva del Santander recordó que en su estrategia de expansión global dará prioridad al crecimiento orgánico, aunque como banco tiene la obligación de estudiar las posibilidades de compra que se le presentan. A pesar de tener un gran potencial en Europa, la entidad señalo hace algunos meses que centrará sus esfuerzos en crecer en América en los próximos años.

