El Préstamo Sequía, que cuenta con condiciones preferenciales, tiene un plazo máximo de seis años, hasta 12 meses de carencia, y cuotas, trimestrales, semestrales o anuales.
Este préstamo, preconcedido ya a más de 100.000 clientes, podrá ir avalado, según se precise por la entidad, por la SGR-SAECA (Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria). En este sentido y tras las medidas publicadas en el RD 4/2023 de 11 de mayo, los costes del aval serán asumidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación si se cumplen determinados requisitos por parte de los beneficiarios del mismo.
Los clientes tendrán un asesoramiento personalizado por parte de los especialistas agro del banco para que puedan conocer todos los detalles y líneas disponibles y poder impulsar así su negocio. Santander pone también otras líneas a disposición del sector, como el anticipo de las indemnizaciones de Agroseguro, anticipo de subvenciones, anticipos de las ayudas PAC, el préstamo I+D+i Agro para seguir invirtiendo en nuevas tecnologías, la mejora genética, nuevas variedades para mejorar los rendimientos y que hagan frente a los retos del cambio climático, así como mejoras para un uso eficiente de los recursos hídricos.
A este respecto, el Cuaderno de Campo Digital, que el banco promueve entre sus clientes, es una herramienta clave que registra toda la información de sus explotaciones, para una agricultura más sostenible y digital y que además, es un elemento obligatorio en la nueva PAC 2023-2027.
Recientemente, Santander ha seguido apostando por la modernización y digitalización del sector, con el lanzamiento del leasing de plantas con Agromillora y del renting financiero de atomizadores, la maquinaria que permite a los agricultores mejorar la calidad del tratamiento fitosanitario de sus explotaciones, la rentabilidad de las mismas, su digitalización, así como impulsar la sostenibilidad de sus cultivos.
En 2022, Santander financió al sector agroalimentario con 4.200 millones €, un 11% más que el año anterior. El banco lleva décadas apoyando al sector agro y, durante la última crisis, en la que quedó patente su importancia como un pilar esencial de la sociedad española, el banco se volcó en agricultores, ganaderos, productores, cooperativas o empresas de suministro.