El pago experimentará una sustancial mejora con respecto al primer abono realizado a cuenta del ejercicio 2022. Las estimaciones recogidas en ‘Bloomberg Dividend Forecast’ contemplan un primer pago de 0,080 euros por acción, lo que supone una mejora de casi el 34,5% frente a los 0,0595 euros abonados en el otoño de 2022. También implica una sustancial subida con respecto a 2021, cuando el abono se fijó en 0,0485 euros y que se convertía en el primer dividendo tras el levantamiento de la suspensión de las retribuciones por parte del Banco Central Europeo (BCE) a los bancos europeos por la pandemia de covid.
Y esto ha sido posible por un conjunto de variables. Para empezar porque Banco Santander elevó el pasado 28 de febrero, durante su Investor Day, su ‘pay out’, la parte del beneficio que destina a los accionistas, hasta el 50% frente al 40% anterior, un porcentaje que se se fijó en 2021. Con este incremento, la entidad equipara su porcentaje de distribución al resto de competidores, que reparten entre un 50% y un 60% de sus ganancias.
También porque el banco presentó unos beneficios récord en el primer semestre del año. Así ganó hasta junio 5.241 millones de euros, que no sólo supone una mejora del 7,1% con respecto al mismo periodo de 2022 (cuando reportó unas ganancias de 4.894 millones de euros) sino que se anotó el mayor beneficio hasta la fecha y apunta a cerrar el año por encima de la barrera psicológica de los 10.000 millones de euros. Este resultado se debe a los vientos favorables que supone la subida de los tipos de interés del BCE y que permite engordar el margen de intereses pese a la caída de los volúmenes de crédito.
Finalmente también influye el menor número de acciones de la entidad en circulación gracias a los planes de recompra de títulos propios que lleva a cabo la entidad y su posterior amortización. A cierre de junio, el número de títulos se situó en los 16.184 millones, lo que supone un descenso del 3,4% respecto a junio de 2022, cuando contaba con 17.794 millones de acciones.
Así, Santander elevó el porcentaje que destina el dividendo en febrero de este año hasta el 50%. Sin embargo, mantuvo inalterado su distribución. El banco que preside Ana Botín reparte a partes iguales su dividendo entre efectivo y recompra de acciones a razón del 25% cada uno. Como consecuencia de esto, el mercado espera asimismo que el banco comunique un nuevo plan de recompra también por un importe de 1.300 millones de euros.
Una vez que el banco reciba las autorizaciones pertinentes por parte de los reguladores, el siguiente paso sería la amortización de las acciones, para reducir el capital social de la entidad y aumentar el valor de los títulos. Los títulos de la entidad se anotan una subida en lo que va de año del 24% hasta los 3,55 euros, aunque sin llegar a superar los máximos registrados en marzo, antes del estallido de la crisis de confianza provocada por la quiebra y rescate de Sillicon Valley Bank, cuando se marcaron los 3,86 euros.
Precisamente, en el primer trimestre del año, el banco cerró su último programa de recompra de acciones al que destinó 921 millones de euros. En los dos últimos años, la entidad se ha hecho con el 7% de su acciones en circulación, lo que ha proporcionado a sus accionistas un retorno aproximado del 21%, según adelantó el consejero delegado, Héctor Grisi y supone retirar del mercado más 1.157 millones de títulos. También ha permitido elevar el beneficio por acción de la entidad, que cerró hasta junio en los 0, 31 euros, un 13,4% más que para el mismo periodo de 2022, cuando se situó en los 0,27 euros. A cierre del año pasado éste alcanzó los 0,54 euros.