Un giro que estaría relacionado con la actividad en Polonia, donde se han liberado provisiones por un cambio de criterio contable del negocio hipotecario en este país. «Respecto a las provisiones para compensación a clientes, conforme a la mejor información disponible, se ha ajustado el importe bruto de los préstamos hipotecarios denominados e indexados a monedas extranjeras en Polonia, de acuerdo a IFRS 9, por los nuevos flujos de caja estimados», apunta en su informe anual. En concreto, los créditos afectados son los firmados en francos suizos. La cartera controlada por el banco de este tipo de créditos asciende a 8.393,7 millones de zlotys (unos 1.791,8 millones de euros). Con este movimiento, las provisiones para hipotéticas compensaciones a clientes se alinean con los niveles de 2020, cuando la hucha para esta partida era de 395 millones; en dos años en los que la litigiosidad que sufrió el sector financiero se ha ido moderando, sin nuevos enfrentamientos legales significativos con los usuarios.
De hecho, ha ido cerrando algunos conflictos que mantenía con sus clientes. Uno de ellos ha sido el generado por la venta de seguros de protección de pagos de su filial Santander UK. «La fecha límite para presentar este tipo de reclamaciones ha vencido, por lo que a 31 de diciembre de 2022 Santander UK no mantiene provisión alguna por esas reclamaciones», explica el banco. «Sin embargo, los clientes pueden todavía iniciar reclamaciones judiciales por venta de PPI, por lo que se mantiene una provisión a tal fin, que supone la mejor estimación de cualquier obligación de pagar una compensación con respecto a los litigios actuales o futuros».
Otro capítulo donde la entidad financiera avanza es en la herencia de la cartera hipotecaria de Banco Popular y concretamente de aquellos créditos ‘heredados’, que contaban con una cláusula suelo. Banco Popular realizó provisiones con objeto de cubrir el efecto de la potencial devolución del exceso de intereses cobrados por aplicación de las cláusulas suelo entre la fecha de contratación de los correspondientes préstamos hipotecarios y mayo de 2013″, explica el Banco Santander. «A 31 de diciembre de 2022, tras atender la mayor parte de las solicitudes de clientes, la potencial pérdida residual asociada a procedimientos judiciales en curso se estima en 60,1 millones de euros cubierta íntegramente con provisiones», releva la entidad que preside Ana Botín.
La partida general de provisiones para litigios legales también se redujo en 2022, aunque de forma menos significativa, al pasar de los 4.423 millones de 2021, a los 4.073 millones (una caída del 7,9%). Además del escudo para compensar a clientes, otras partidas que colaboran a la reducción de la cifra global fueron las relacionadas con los procesos laborales en Brasil (que caen de 328 a 301 millones de euros) y las concretas para reestructuraciones (retroceden de 749 a 641 millones).
Sin embargo, se incrementan las asignadas a impuestos, que pasan de 564 a 679 millones y el epígrafe de «otros», que avanza de 897 a 990 millones entre 2021 y 2022.