En estas declaraciones’, ha reconocido que la lectura de la inflación de noviembre fue «una sorpresa muy agradable» y «alentadora»: «Lo más importante es que la inflación subyacente, que ha demostrado ser más persistente, ahora también está cayendo más rápidamente de lo que esperábamos». No obstante, ha matizado que no debemos declarar prematuramente la victoria sobre la inflación. «Seguimos esperando un repunte en los próximos meses». «Creo que vamos por buen camino, pero debemos permanecer alerta», ha añadido.
Según sus cálculos, las recientes cifras de inflación «han dado más confianza en que podremos volver al 2% a más tardar en 2025».
«Los mercados confían en que la inflación va a bajar rápidamente y, por lo tanto, están descontando recortes de tipos tempranos y muy importantes el próximo año. Los bancos centrales son más cautelosos». «Nuestros tipos de interés oficiales deben seguir siendo lo suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% de manera sostenible. Esto debería suceder a más tardar en 2025», ha señalado.
En cuanto a las proyecciones económicas, la miembro del Comité Ejecutivo del BCE ha comentado que «algunos de los datos concretos que vemos no son muy buenos. Pero algunos de los datos débiles nos dan esperanza». De hecho, ha afirmado que desde el BCE «no esperamos un deterioro significativo ni una recesión profunda y prolongada».