La lectura de esta referencia se situó en 50,5 puntos en el octavo mes del año, medio punto por debajo del dato de junio (51 puntos) y más de punto y medio por debajo de las previsiones del consenso (52,1 puntos). Si bien el PMI del sector manufacturero ha crecido por séptimo mes consecutivo, esta ha sido la expansión más lenta en esta secuencia. «Las condiciones operativas de la economía manufacturera española siguieron mejorando en general durante el mes de agosto, aunque los últimos datos ocultaron tendencias divergentes en varias métricas clave. Por un lado, el aumento de las nuevas contrataciones fue un dato positivo. Sin embargo, en contraste, la producción cayó ligeramente, el empleo disminuyó por primera vez desde enero y la confianza en las perspectivas cayó a su nivel más bajo en ocho meses», explica Hamburg Commercial Bank (HCOB).
Los datos de la encuesta de agosto reflejan un aumento de los nuevos pedidos, lo que supone una mejora con respecto a la ligera caída registrada en julio. El crecimiento, apuntan desde HCOB, se vio respaldado por un aumento de las nuevas operaciones de exportación, que aumentaron por sexto mes consecutivo.
Por otro lado, y a pesar del crecimiento de las nuevas contrataciones, los fabricantes señalaron un «descenso marginal» de la producción por primera vez desde enero. La confianza en las perspectivas, apuntan desde la firma alemana, también se suavizó ante la preocupación de que el crecimiento de la demanda de los mercados europeos se debilite en los próximos 12 meses. «En conjunto, la confianza se situó en su nivel más bajo del año hasta la fecha. Las empresas también redujeron ligeramente su actividad de compra, prefiriendo utilizar las existencias en la medida de lo posible», agregan los expertos de HCOB.
De igual modo, la preocupación por la producción futura también pesó en las decisiones sobre el empleo, con un «modesto» descenso de las plantillas durante el mes de agosto. Es la primera vez desde enero que se registra una caída del empleo. En consecuencia, la reducción de la mano de obra y el descenso de la producción se tradujeron en el mayor aumento de la cartera de pedidos registrado por la encuesta desde mayo.
«Las expectativas empresariales han caído muy por debajo de la media histórica, alcanzando su punto más bajo del año hasta ahora. Algunas empresas encuestadas expresaron su preocupación por que el impulso industrial en toda Europa pueda empeorar en los próximos meses. Como reflejo de este sentimiento, los fabricantes españoles, por primera vez en siete meses, han iniciado despidos u optado por no sustituir a los empleados que se marchan», afirma Feldhusen, economista del Hamburg Commercial Bank.
Al mismo tiempo, HCBO subraya que la escasez de mano de obra y de bienes en los proveedores ha vuelto a provocar un deterioro del rendimiento típico de los proveedores. «En conjunto, los plazos medios de entrega empeoraron por decimocuarto mes consecutivo y en mayor medida desde febrero. Los retrasos en los envíos también afectaron a la capacidad de los fabricantes para enviar sus propias mercancías», destacan estos analistas. Además, los últimos datos mostraron que los inventarios de almacén aumentaron por tercer mes consecutivo en agosto. Asimismo, la inflación de los costes de los insumos se mantuvo por séptimo mes consecutivo en agosto. La tasa de inflación siguió desacelerándose «notablemente» desde el reciente máximo de junio, cayendo a su nivel más bajo en cuatro meses. También hubo algunos informes sobre una mejor dinámica de la oferta y la demanda en los mercados de productos.
Por último, el informe de HCOB señala que los fabricantes han intentado repercutir el aumento de costes a los clientes en la medida de lo posible. Como resultado, los costes de producción volvieron a subir en agosto, por cuarto mes consecutivo. «Sin embargo, en un contexto de competencia en el mercado y de necesidad de ofrecer descuentos para reforzar las ventas, la tasa de inflación fue marginal y la más lenta de la serie actual», añaden. Para Feldhusen, los subsectores manufactureros muestran un panorama «desigual». «Mientras que los bienes de consumo e intermedios se mantienen en territorio de expansión, el PMI de bienes de inversión ha caído bruscamente a territorio de contracción. El impacto especialmente grave en este subsector podría atribuirse a la incertidumbre general, que ha llevado a las empresas a responder con cautela retrasando o cancelando inversiones», señala.
«Las tendencias del sector manufacturero español siguen mostrando signos de debilitamiento. La trayectoria reciente de tres meses indica claramente un movimiento hacia el estancamiento. Esta evolución es coherente con el entorno económico mundial más amplio y no constituye una sorpresa. La confianza industrial en toda Europa, que había mostrado signos de mejora en el primer semestre, ha experimentado recientemente una desaceleración. En consecuencia, la demanda industrial en España, procedente tanto de los mercados nacionales como internacionales, se limita ahora a un crecimiento marginal».