Estas son algunas de las tramas que los especialistas, peritos y detectives de Línea Directa Aseguradora han logrado desenmascarar y que se recogen en el “VII Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar”, que analiza más de 110.000 intentos de estafas ocurridos en 2021 y 2022. Además, el informe, el primero y más extenso de todo el sector asegurador, desgrana la evolución que ha tenido el fenómeno del fraude al seguro en los últimos 14 años (2009-2022) y analiza la actividad de las numerosas redes organizadas que tratan de engañar a las aseguradoras en nuestro país.
La conclusión más importante del informe es clara: el fraude al seguro de Autos no para de crecer, ya que el 8,8% de los partes que se declararon al seguro en los dos últimos años fueron intentos de estafa, casi 5 veces más que en 2009. La razón de este incremento es la actual situación económica, marcada por la reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos por la inflación y el alza de los tipos de interés. Además, también se han mejorado los medios de detección del fraude basados en la Inteligencia Artificial, que permite identificar parámetros, señalar posibles conexiones de los implicados y destapar incoherencias en sus declaraciones.
El perfil más habitual de defraudador al seguro es un hombre joven de menos de 30 años desempleado o con un trabajo precario. En los últimos años se le ha ido sumando el de un hombre de más de 40 años que realiza estas prácticas para obtener un “dinero extra” o para no tener que pagar una reparación. La estafa más común es tratar de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, siendo más habitual en un coche antiguo (de 11 a 14 años), en el lado derecho del vehículo y, generalmente, por no tener cobertura en su seguro para reparar los daños declarados. En cuanto a la época, se ha detectado un trasvase de estafas desde el verano al otoño (meses de octubre y noviembre), siendo los lunes y martes los días de la semana más propicios para los engaños.
Según Garre, Directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa: “En los dos últimos años, la proporción de fraudes al seguro se ha incrementado notablemente, debido sobre todo a la situación económica. Además, la introducción de elementos tecnológicos basados en la Inteligencia Artificial está siendo decisiva para mejorar la detección de un delito que perjudica a todos los conductores, ya que incrementa sensiblemente el precio de las pólizas y que, en el caso de las redes organizadas, es especialmente peligroso”.
Las redes organizadas recuperan su actividad
Aunque el fraude individual al seguro constituye una práctica censurable, lo que más preocupa a las aseguradoras son las redes organizadas, grupos de delincuentes que cometen fraudes “en carrusel” a distintas compañías con el objetivo de obtener indemnizaciones declarando lesiones falsas. A menudo, estas redes están conectadas con delitos mucho más graves, están dirigidas por 2 o 3 cabecillas y suelen estafar, de media, más de 8.300€ por fraude, unas 10,5 veces más que los engaños de los conductores particulares. Los fraudes de estas bandas suelen consistir en simular siniestros que nunca han existido o, directamente, causarlos implicando en ocasiones a terceros inocentes.
Lo cierto es que, en el anterior Barómetro, el confinamiento y las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia habían causado muchos apuros logísticos a estas organizaciones. Sin embargo, la vuelta a la normalidad ha situado las actividades de estas mafias a niveles previos a la COVID-19. De hecho, en los dos últimos años, Línea Directa detectó 211 organizaciones delictivas, un 11% más que en el Barómetro anterior, lo que eleva a más de 900 el número de mafias identificadas en los últimos 9 años.
¿Dónde se producen más estafas al seguro?
Línea Directa también ha actualizado su mapa del fraude en España mediante el análisis de los más de 100.000 fraudes detectados durante los dos últimos años en su cartera del Ramo de Autos, que cuenta con casi 2,5 millones de coches asegurados.
Por provincias, los territorios que registraron mayor proporción de fraudes son Cádiz (11,6%), Málaga (10,8%) y Cantabria (10%), todas muy por encima de la media nacional (8,8%). En el otro lado se sitúa la “España vaciada”, con Teruel (3,4%), Soria (3,4%) y Zamora (4,9%) como lugares con menos porcentaje de engaños.
De esta forma, el fraude al seguro de Autos se concentraría en tres focos diferentes: el eje sur que une Alicante y Cádiz, el eje norte, que iría desde Cantabria a Navarra y, finalmente, Barcelona y su área de influencia.
En lo referente a las mafias, Línea Directa ha establecido un indicador realizado a partir del número de mafias detectadas en cada Comunidad Autónoma y de la población de cada territorio medida en millones de habitantes. Un año más, el ránking lo sigue liderando la Región de Murcia, con una tasa que multiplica por 4,5 a la media nacional. Le siguen, a mucha distancia, Andalucía y Cantabria.
Hogar, valores estables
En lo referente al fraude en el seguro de Hogar, el Barómetro de Línea Directa señala que los intentos de estafa en este ramo alcanzaron un 2,6% de los partes declarados. Una cifra que permite concluir que los intentos de engaño en esta línea de negocio se mantienen bastante estables a lo largo del tiempo, aunque se ha identificado cierto repunte a causa del confinamiento y de las restricciones de movilidad decretadas a raíz de la pandemia. Las estafas más habituales suelen ser de dos tipos: tratar de que la compañía cubra un daño producido con anterioridad a la firma de la póliza y la simulación de siniestros. En lo referente a su coste medio, el importe alcanza los 556€ por intento de estafa, un 19% menos que en el Barómetro anterior.
Conductores que justifican el fraude
Para completar el Barómetro, Línea Directa ha querido pulsar la opinión pública sobre las estafas a las compañías de seguros, obteniendo respuestas sorprendentes. El 40% de los conductores españoles justifican engañar a su compañía de seguros y el 16% cree que, de hecho, las aseguradoras tienen parte de la culpa de las estafas “por sus precios excesivamente altos”. Además, el 63% de los automovilistas que reconocen haber cometido un fraude al seguro “no se arrepienten en absoluto” de haberlo hecho.
En cuanto a los engaños más habituales reconocidos por los encuestados, el estudio de Línea Directa diferencia dos momentos distintos: la contratación y la apertura de un parte de accidente. En el primero, el engaño más recurrente es proporcionar información falsa sobre las características técnicas del vehículo, seguido de los kilómetros que se suelen recorrer cada año y de tener garaje propio. El objetivo: pagar menos en el seguro.
En lo referente a los partes de accidente, el fraude más repetido es declarar daños ajenos al siniestro y simular un golpe para obtener un beneficio económico. De hecho, el 15% de los conductores españoles reconoce que podría llegar a participar en un fraude y un 10% podría fingir una lesión si le supusiera un beneficio.