Un estudio en el que analiza los hábitos de compra y alimentación de los españoles dentro del actual contexto. Además, el 44% de los participantes ha reconcido haber renunciado a la adquisición de alimentos que no son de primera necesidad y de optar por reducir la variedad de productos que nutren el carro de la compra. Algo que han señalado hasta el 27%. En esta línea, el 51% de los españoles han optado por disminuir la compra de caprichos.
En paralelo, entre los españoles ha crecido la preocupación por un estilo de vida saludable. Ocho de cada 10 encuestados han mostrado su sensibilidad hacia este aspecto aunque han reconocido que deben mejorar en lo referente a la ingesta de alimentos saludables como es el caso de los vegetales y el pescado. En el caso de este último, uno de cada cuatro encuestados ha afirmado no estar satisfecho con el consumo de pescado que hace y reconocido que le gustaría aumentarlo, mientras que en el caso de las verduras, los insatisfechos han caído a uno de cada cinco.
También hay un mayor interés por la sostenibilidad. El 27% de los encuestados ha reconocido haber reducido su consumo de carne en el último año y un 16% se ha planteado hacerlo. Además, cada vez son más los que ponen foco en los sellos de calidad y sostenibilidad como son el sello MSC, que han indentificado más de la mitad de los encuestados (57%) y el sistema de etiquetado Nutriscore, que resulta un indicador determinante en la decisión de compra para uno de cada cuatro consumidores en España.
Otra tendencia que pone blanco sobre negro, es el incremento en el consumo de los congelados en la cesta de la compara. Entre las razones para ello, su precio que ha señalado el 51% de los participantes en el estudio, la facilidad de elaboración (48%) y el ahorro de tiempo (46%). El momento preferido para su consumo es la cena.