La pregunta que lanzó Isabel Díaz Ayuso al aire quedó sin respuesta, aunque la mayoría de los presentes en el hemiciclo la tuvieran clara: «¿Qué hay de concordia en las palabras de los independentistas hoy aquí?», señaló la presidenta madrileña, con Aragonès presente, pero que poco después hacia mutis por el foro.
La sesión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas convocada este lunes por los populares en el Senado para debatir sobre la ley de amnistía deparó pocas sorpresas. Pero sí sirvió para demostrar que los secesionistas han perdido el respeto a Sánchez, ya que es evidente que lo manejan a su antojo. La intervención de Aragones fue clara y no dejo dudas. En efecto, el actual honorable se jactó de que el referéndum de autodeterminación y la «financiación singular» serán «inevitables», como lo ha sido la amnistía. «Nos van a decir que el referéndum es inconstitucional, pero también nos dijeron que lo era la amnistía».
Evidentemente nadie del Gobierno estaba presente pero la carga de profundidad resultó eficaz porque el Gobierno a través de las redes sociales no tardaba en desacreditar y descalificar la sesión. El propio Bolaños cometía el error de entrar al trapo, tratando de minimizar el daño recibido: «Sigue el numerito del PP en el Senado con la amnistía. Como no les gustó nada el informe de la Comisión de Venecia que respaldó la amnistía, ahora se piden informes a sí mismos. ¿Qué dirá el informe del PP, pedido por el PP? Qué intriga», escribió en la red social. Ello en alusión al informe elaborado no por el PP, como sostiene Bolaños, sino por los letrados del Senado, en el que estos advierten de la inconstitucionalidad de la amnistía.
En representación de la primera comunidad en pronunciarse en las urnas sobre la amnistía, Galicia, su vicepresidente primero, Calvo, se dirigió directamente a los senadores socialistas: «Después de escuchar al señor Aragonès me pregunto si ustedes están dispuestos a apoyar esta locura», les dijo. «¡Si hasta tienen redactada la pregunta!», denunció el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que se refirió a la amnistía como «la factura de la fractura». «Ya han solicitado el cupo catalán y una financiación singular. Ya le están pidiendo el referéndum de autodeterminación. Pedro Sánchez está dispuesto a seguir vendiendo España», alertó el presidente de Aragón, Azcón.
En la bancada del PSOE no disimulaban su incomodidad con un debate celebrado en vísperas de que el Pleno de la Cámara Alta vote -el miércoles- el planteamiento de un conflicto de atribuciones entre el Senado y el Congreso de los Diputados por la tramitación de la proposición de ley orgánica de amnistía, lo que supondrá un choque inédito entre ambas cámaras.
Los socialistas lamentaron que el PP prestara el Senado a Aragonès para llevar a cabo un acto de campaña, dentro de la pugna entre ERC y Junts por liderar el procés 2.0. El PSOE contraatacó dando voz a hasta siete senadores socialistas de comunidades gobernadas por el PP, para hacer oposición a sus respectivos gobiernos regionales en lugar de hablar de la amnistía.
«Este debate no es por la amnistía ni por el modelo de financiación autonómica. Este debate es por las elecciones. Y tiene nombres y apellidos, Salvador Illa, el rival a batir y el objetivo común del PP y de los independentistas», señaló el líder del PSOE en Madrid, Lobato, quien aprovechó su intervención para azuzar a los presidentes de Madrid y Andalucía porque, según él, compiten por «cortarle la cabeza» a Feijóo.
A la ausencia del Gobierno se unió la de los tres presidentes regionales que conserva el PSOE: el asturiano Barbón, la navarra Chivite y el castellano-manchego García-Page.
Varios de los representantes autonómicos reiteraron su intención de batallar contra la ley de amnistía en el Tribunal Constitucional una vez que esté aprobada y en vigor. En tanto que atenta contra «la Constitución, la igualdad de las personas, la separación de poderes y el Estado de Derecho», según enumeró el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Él fue uno de los que prometió «alzar la voz» en el TC, como también el presidente de Aragón, el de Murcia, el consejero de Presidencia de Andalucía y el de Educación de Cantabria.
«Sánchez ha dado a los insurrectos el poder de redactar leyes, determinando su alcance y hasta la definición de los delitos (…). Ellos pueden decidir quién, cómo y hasta cuándo queda exento de responsabilidad o culpa. ¿Y no es eso otra forma de corrupción?», se preguntó el murciano López Miras.
En un último esfuerzo por evitar el ridículo desde Ferraz y en rueda de prensa, su portavoz aseveró que los socialistas trabajan “codo con codo” con su candidato y líder del PSC, Salvador illa, “para construir un futuro en Cataluña de grandes acuerdos y convivencia” de manera que haya un “futuro mejor para España y Cataluña sin fracturas y para todos”. Respondió así la portavoz del PSOE en rueda de prensa después de que el presidente de la Generalitat catalana y candidato de ERC a la reelección recordara este lunes que, pese al rechazo de dirigentes socialistas, “de un día para otro” la amnistía “dejó de ser inconstitucional” e “imposible”, y auguró que esto es lo que también pasará con la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
Para Peña, el “circo” que el PP pretendía en el Senado “ha quedado deslucido” primero porque ha “faltado parte de la plantilla» de ese partido, aludiendo a que no han ido todos sus presidentes autonómicos, y porque, en segundo término, ha sido una “plataforma electoral para Aragonès”.