Y aun tratándose de un auténtico embargue de difícil interpretación política, lo cierto y verdad es que se trata, ni mas ni menos que de la sexta moción de censura desde la Constitución de 1978, la segunda que presenta Vox esta legislatura y la primera de la historia que va encabezada por un candidato independiente, sin vinculación orgánica con el partido que le propone. Ahora bien, lo que nadie le puede negar a Tamames es su larga trayectoria política pues fue dirigente del PCE en la Transición, vicealcalde de Madrid con Tierno Galván, fundador de Izquierda Unida y después militante del CDS de Adolfo Suárez.
El debate arrancará a las nueve de la mañana de este martes con la intervención de Abascal para presentar a su candidato y después el propio Tamames, desde los escaños de Vox para no tener que subir las escaleras de la tribuna, defenderá su programa. Ambos tienen tiempo ilimitado para su discurso.
A uno o a otro, o a los dos, les podrá dar réplica el Gobierno, que tiene opción a pedir la palabra en cualquier momento de la sesión. Se da por seguro que intervenga el presidente Sánchez, que ya lo hizo en la moción de Vox de 2020 y que ha dicho tomarse muy en serio la de Tamames, pero también podrían sumarse otros miembros del Ejecutivo. Podemos propuso que fueran las ministras, dos de ellas las máximas dirigentes del partido morado, pero Moncloa indicó que las cosas se iban a coordinar.
Tras el debate entre los promotores de la moción de censura y el Gobierno se hará una pausa en el Pleno y después será el turno de los grupos parlamentarios, de menor a mayor representación.
Conforme a los usos parlamentarios, el candidato es quien dará respuesta a los distintos partidos y será Tamames quien marque el ritmo y decida cómo responderá a los demás grupos, uno por uno o todos al final.
Concluido el debate se celebrará la votación, que será pública y por llamamiento, con cada diputado poniéndose en pie desde el escaño para manifestar a viva voz el sentido de su voto.
Para prosperar, la moción de censura exige recabar la mayoría absoluta del Congreso (176 votos), un objetivo que se antoja inalcanzable dadas las posiciones expresadas por los grupos en las últimas semanas.
De las cinco mociones de censura debatidas hasta la fecha, todas fracasaron menos la encabezada por el ahora presidente del Gobierno.
Así que, señoras y señores, el espectáculo y la degradación de las Cortes españolas en patio del circo, están servidos. Se ruega no aplaudir.