En opinión del protagonista de todo este montaje es otro. Puigdemont entiende que reapareció en Barcelona hace un año para poner “en evidencia” una “anomalía democrática grave, una avería en el sistema español que impide” que se pueda hablar de “democracia plena”, que es que no se le aplique la ley de amnistía.
Así lo ha señalado en sus redes sociales, donde recierda que hoy hace un año que compareció públicamente a Barcelona, después de casi siete años de no haber pisado Cataluña. “Lo hice en el sitio y la hora anunciados, con la intención de asistir a continuación al debate de investidura del presidente de la Generalitat que se iniciaba en el Parlamente”. El desenlace, “lo conocen todos”, por lo que se ahorra los “detalles”.
Es mas, para el prófugo, “la razón más importante de todas es la democrática”. De ahí que. “si el Estado creía que tenía el deber de impedir mi acceso al Parlament, yo tenía el deber de intentar evitar mi detención”. Y en el colmo de la prepotencia afirma que la ley de amnistía “había entrado plenamente en vigor” y en la misma “no hay ni un resquicio” al que pueda acogerse el Tribunal Supremo para “vulnerar la letra y el espíritu” de esta norma, “ni uno”.
El expresidente catalán apunta que “era necesario asumir el riesgo de romper costuras para denunciar un hecho gravísimo que se normaliza con la proverbial rapidez con la que el sistema español asume las tareas originales: el incumplimiento flagrante y ostentoso de una ley en vigor” y en esta denuncia “hay también razones” por las cuales defiende “la independencia” de Cataluña.
A su juicio, cada uno lo tiene que hacer “a su manera, de acuerdo con sus posibilidades”. Él, lo hizo hace un año “de una manera arriesgada, con la ayuda indispensable” y el “compromiso y la audacia de muchas personas” a las cuales les debe “un agradecimiento de por vida”.
Y dando muestras de cómo piensa, asegura que “también se trataba de eso, de romper los planes represores que los españoles tienen preparados para nosotros”. “Por eso, pronto hará ocho años que estoy en el exilio, aunque le pese a algunos, porque si ellos me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es intentar hacer exactamente lo contrario”.
La verdad es que sobran los comentarios al respecto. El solo ha dejado claro que simplemente se trato del precio debido por sus votos y poco mas. Lo malo es que los pagos pendientes si pueden obra el milagro de su regreso y las cartas están servidas, solo el TJUE puede frenar esta increíble manipulación de hechos y derechos.