Y el caso de la política estadounidense no es el único. No hay nada mas que pasar la vista por como se han desarrollado las elecciones en el Reino Unido o en nuestra vecina Francia y ello por no hablar por ejemplo de las razones de una guerra como la de Ucrania o las continuas disputas de Israel con sus vecinos o las tensiones en el centro de África de las que casi ni se habla en ninguna parte, pero que ahí están.
En ese contexto, es donde puede encajar la crispada vida política de nuestro pais. Desde que los dirigentes políticos entendieron que buscando el enfrentamiento encontraban votos se acabo la paz, la cordialidad y las buenas costumbres sociales,
Hoy en nuestro pais, en nuestras calles se vive ciertamente una tensión desconocida. Los bandos son una realidad que afecta a cualquier parcela social sean el futbol, la cultura, la convivencia familiar o la política por citar algunos, y con ellos ya se llenan kilos y kilos de circunstancias de enfrentamientos que no tendrían porque ser tales pero que ese afán de controlar todo que tienen los políticos se ha convertido en un o de los grandes problemas de nuestro tiempo.
Ya nada se puede hacer o decir sin pensar que dirán tú mujer, tus hijos o tus amigos, hasta el punto de que se callan las cosas o las opiniones para evitar, primero, el enfrentamiento y después la pelea.
No digamos nada cuando esas opiniones se conjugan con intereses económicos de por medio. Ahí ya la pelea es desde el principio un a realidad.
En ese ambiente y con un mercado de armas como el estadounidense lo normal es que las soluciones pasen muchas veces a través de los disparos. Estamos hartos de oír y ver como los estadounidenses sufren esa plaga de tiroteos una y otra vez.
La tensión política que genera Trump, incluido su asalto al Capitolio no facilita la convivencia pacifica y eso el lo sabe, pero juega con ello como una formula que le puede llevar, otra vez a la Casa Blanca.