La negativa de Confederación Española de Organizaciones Empresariales a la reducción y el estancamiento de los avances por parte del Gobierno ha provocado el hartazgo de las organizaciones sindicales. Después de más de diez reuniones oficiales, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) apelan al Gobierno, al que piden más. «Vamos a reunirnos con los partidos políticos y se lo vamos a decir muy claro. Este país no puede ser rehén de las disputas políticas. No puede continuar tratando los temas sobre si el Gobierno tiene mayoría o no, me importa un bledo», ha reivindicado Pepe Álvarez, secretario general de CCOO, en una asamblea de delegados y delegadas de CCOO y UGT.
El secretario general de CCOO ha insistido en que la paciencia de los sindicatos se ha agotado tras más de un año de negociación. «Hasta ahora ha ido de debates y escenificación. A partir de ahora los trabajadores vamos a hablar alto y claro en asambleas, centros de trabajo y en la calle», advirtió Álvarez. La dificultad para acordar los términos de una medida que afectaría a casi 13 millones de trabajadores del sector privado aumenta con la situación en el Congreso de los Diputados. Así lo evidenció el secretario general de CCOO, Sordo, durante el Consejo Confederal de la organización: «Este no va a ser un curso más», señaló, al considerar que la complejidad del contexto político va a afectar de manera directa a la marcha del diálogo social y a la acción del Gobierno.
El secretario general de UGT ha aprovechado su intervención para enfatizar sobre la importancia de la reducción de la jornada laboral: «Es un tema que tiene que estar en la conversación pública y provocar un desgaste político. Hay que socializar este problema». «Si no llegamos a un acuerdo tripartito no vamos a parar», exigió Sordo.
Poner la reducción de la jornada en el foco es la gran batalla de los sindicatos para las movilizaciones convocadas el próximo 26 de septiembre en las sedes de CEOE, CEPYME y CEYM. «¡Es el momento de apretar!», exclamó Sordo.
Los representantes de los sindicatos han subrayado que recortar la jornada laboral no puede ir de la mano de una reducción salarial. «Esto es solo un paso para ir a por las 32 horas y 4 días a la semana», explicó Álvarez, que animó a la sensibilización social respecto: «Que todos los trabajadores sientan concernidos, que va para todos, incluidos los que tienen menos de 37,5 horas».
La lucha sindical busca que la reducción de jornada pase al primer plano. De las conversaciones más cotidianas al Congreso. «Hemos oído mucho del tema. Que si Antonio Garamendi, Yolanda Díaz, Carlos Cuerpo… Llevamos casi 1 año de negociaciones para generar las condiciones que dieran lugar al acuerdo de reducción de la jornada», comentó el secretario general de UGT, que pide implicación social: «Los del comercio, que cada día tocáis a centenares de miles de personas. Hablad en las cajas y en las tiendas sobre la jornada de trabajo».