Además, el impacto ha sido muy distinto según el municipio, el nivel de renta de los hogares y el tamaño de las empresas.
El pasado abril se cumplieron seis meses de la DANA que azotó la provincia de Valencia. A lo largo de estos meses, desde CaixaBank Research hemos monitoreado la evolución del consumo en la zona más afectada por la DANA. En esta ocasión, para hacer una valoración de la recuperación económica, ampliamos nuestro análisis mediante el uso de datos agregados y anonimizados de CaixaBank.
Punto de situación: el monitor de consumo, seis meses después
Durante estos seis meses, la zona más afectada por la DANA se ha caracterizado por una recuperación a dos velocidades. Si nos fijamos en los residentes de la zona más impactada, en los días posteriores a la DANA (del 30 de octubre al 5 de noviembre) su gasto en consumo cayó un 47% respecto a los mismos días del año anterior. Sin embargo, como podemos ver en el primer gráfico, la recuperación fue rápida y, un mes después, el ritmo de crecimiento del gasto de los residentes de esta zona ya superaba el promedio del resto del territorio español, probablemente por las necesidades de reposición. A lo largo de estos seis meses, esta tendencia se ha mantenido constante.
Gasto total de los residentes
Desde el punto de vista de los comercios de esta misma zona, el impacto fue mucho más intenso: entre los días 30 de octubre y 5 de noviembre, la facturación de los comercios de la zona cero fue un 83% menor que en el mismo periodo del año anterior. Además, como podemos ver en el segundo gráfico, el gasto realizado en los comercios de esta área sigue estando por debajo del de hace un año. Así pues, la recuperación del consumo de los habitantes de la zona cero no se está reflejando en los comercios de ese territorio. Una explicación de este comportamiento podría venir dada por el alto número de comercios que aún no habían retomado su actividad. En abril, el número de comercios activos en la zona cero se mantenía un 20% por debajo del periodo previo a la DANA.Las diferencias por sectores son notorias, pues si bien el número de comercios activos en el sector transportes se encuentra por debajo del 15%, esta cifra sube hasta el 25% en el caso del comercio minorista.
Gasto con tarjetas domésticas en los comercios
El impacto inicial de la DANA entre los distintos municipios de la zona afectada no fue homogéneo, como tampoco lo está siendo la recuperación. Las primeras dos columnas de la primera tabla nos muestran la evolución del consumo de los habitantes y del gasto en los comercios en cada municipio. Como podemos observar, un aumento del consumo de los habitantes en un municipio no implica necesariamente una mayor facturación en sus comercios. Este es el caso de Alfafar y Sedaví, poblaciones en las cuales el consumo de sus habitantes ha crecido más de un 20% interanual en abril, pero cuya facturación a nivel de comercio se mantiene aún por debajo de la del mismo mes del año pasado. Esto responde al impacto sobre el tejido comercial que supuso la DANA: en muchas de estas poblaciones, el porcentaje de comercios activos ha caído.
Consumo y comercios activos por municipio
El impacto de la DANA en el tejido comercial de los municipios se traslada directamente al patrón de consumo de sus habitantes. Como podemos ver en la segunda tabla, en la gran mayoría de los municipios afectados se ha reducido la proporción del consumo que los residentes realizan dentro del mismo municipio. Entre ellos destaca Paiporta, en el que la proporción de consumo realizado dentro del municipio ha caído en 7,6 p. p.
Cambio en el patrón de consumo geográfico por municipio
Los datos internos de CaixaBank también nos permiten poner un mayor foco en la evolución del consumo de los habitantes y la facturación de las empresas según sus características. En el caso del gasto de los residentes, las personas con ingresos más bajos fueron las más afectadas por la DANA, pues su consumo llegó a caer un 82%, cifra muy superior a la caída del 40% entre las rentas más altas. Por otro lado, el ritmo de recuperación del consumo ha sido similar entre todos los tramos de renta: entre diciembre y abril, el consumo de las rentas bajas aumentó un promedio del 19% interanual, ligeramente por encima del 16% de las rentas altas.
Impacto en el gasto de los habitantes de la zona cero por nivel de ingresos
En el caso de las empresas, el impacto de la DANA también ha sido desigual según su tamaño. Por un lado, las grandes empresas capearon mejor el temporal: su facturación cayó un 85% en los días posteriores a la DANA, pero en abril su facturación se encontraba tan solo un 3% por debajo de la del año pasado. En el caso de las empresas pequeñas, la caída de su facturación en los días posteriores a la DANA fue del 98%, muy superior a la de las grandes empresas. Además, en abril la facturación de las pequeñas empresas aún se encontraba un 21% por debajo de la del mismo periodo del año pasado.