La agencia saca estas conclusiones en base a un análisis detallado a medio centenar de compañías europeas del sector, a las que sigue de forma periódica para sus ratings. Pese a que las tasas de inflación se han moderado en los últimos meses, “el lento crecimiento económico, junto a un mercado laboral ajustado y unos altos tipos de interés, impedirán una mejora significativa de los márgenes de los retailers, y de sus flujos de caja, en 2024 y 2025″, reza el estudio, que pone de manifiesto “la presión” y los “retos” que el sector ha encadenado en los últimos tres años, con una pandemia, disrupciones constantes en la cadena de suministro, y la política de altos tipos del último año, que está llevando a una evolución plana en los volúmenes de venta.
Según datos de EY, solo la pandemia provocó una caída de los márgenes de 0,7 puntos en 2020, en un sector que, desde 2011, los redujo en cerca de dos puntos porcentuales. Tras ello llegó la crisis de suministros y la guerra en Ucrania, con una inflación desbocada. La distribución alimentaria, la que opera con los márgenes más estrechos, ha visto cómo estos se contraían en tres puntos porcentuales entre 2019 y 2022, según un estudio de Mackinsey y Eurocommerce.
Estos operadores, y la restauración, son para S&P los que van a sentir más el impacto de la subida de los costes laborales, mientras que los incrementos de precios para compensarlos empiezan a ser una vía agotada. “Vemos menos margen para mayores subidas de precios, en tanto que los consumidores pasan a elegir opciones más baratas, llevando a un estancamiento en el valor de la cesta de la compra en los próximos dos años. Los distribuidores deberán seguir negociando con sus proveedores y reexaminar su oferta de producto y de precios para seguir siendo competitivos”, explica la agencia de calificación.
Esta anticipa para 2024 una cierta recuperación en el gasto de los consumidores, gracias a la mayor renta disponible por la menor inflación, lo que mejorará el margen sobre ebitda de los retailers tanto el año que viene, sobre todo en el segundo semestre, como en 2025. Para entonces, solo la mitad de las empresas habrá conseguido recuperar los márgenes pre Covid.
Por sectores, S&P prevé que la distribución alimentaria experimentará un “ligero” crecimiento de márgenes. Estos, explica el estudio, operan en un contexto de “extrema competitividad en precio”. Pese a ello, y al agotamiento del consumidor ante las subidas, el informe prevé que “la mayoría intentará trasladar la mayor parte de los costes de sus productos a los clientes sin que afecte significativamente a sus ingresos en 2024 y 2025″. A juicio de la agencia de calificación, estas empresas son las más expuestas a la subida de los costes laborales por sus altos niveles de contratación.
Por su parte, la mayor parte de las empresas del comercio textil seguirán sin recuperar los márgenes hasta 2026, “ante un menor impulso de las ventas por la débil confianza del consumidor”. Además, las subidas de precios serán “la principal fuente de apoyo para los ingresos del sector, incluso con unos volúmenes a la baja”. Por el contrario, las empresas de sectores como el bricolaje, la decoración, los viajes o los outlets verán cómo sus márgenes repuntarán “más fuerte” que los supermercados o el textil. Pepco o Action son algunos de los ejemplos de compañías que mejorarán ventas y ebitda. Standard & Poor’s ha llevado a cabo en lo que va de año 19 revisiones en la calificación crediticia de empresas de distribución a las que tiene en seguimiento. De ellas, 15 han resultado positivas, con cinco subidas, cinco mejoras de perspectiva a positiva, y otras tantas de negativa a estable. Según la agencia, esto refleja “el sólido rendimiento operativo de los retailers gracias al exitoso traspaso a los precios finales de los consumidores, con apenas un impacto moderado en los volúmenes vendidos, además de un mejor control de costes y una gestión ajustada de los costes operativos”. A su juicio, los equipos de gestión han adoptado “una postura prudente hacia sus políticas financieras y han gestionado la liquidez de manera proactiva”, dada la incertidumbre alrededor del comportamiento de los consumidores.
Los distribuidores deberán seguir negociando con sus proveedores y reexaminar su oferta de producto y de precios para seguir siendo competitivos”, explica la agencia de calificación. Esta anticipa para 2024 una cierta recuperación en el gasto de los consumido res, gracias a la mayor renta disponible por la menor inflación, lo que mejorará el margen sobre ebitda de los retailers tanto el año que viene, sobre todo en el segundo semestre, como en S&P: la distribución no recuperará hasta 2026 todos los márgenes perdidos desde el Covid 2025. Para entonces, solo la mitad de las empresas ha brá conseguido recuperar los márgenes pre-Covid. Por sectores, S&P prevé que la distribución alimentaria experimentará un “ligero” crecimiento de márgenes. Estos, explica el estudio, operan en un contexto de “extrema competitividad en precio”. Pese a ello, y al agotamiento del consumidor ante las subidas, el informe prevé que “la mayoría intentará trasladar la mayor parte de los costes de sus productos a los clientes sin que afecte significativamente te a sus ingresos en 2024 y 2025”. A juicio de la agencia de calificación, estas empresas son las más expuestas a la subida de los costes laborales por sus altos niveles de contratación. Por su parte, la mayor parte de las empresas del comercio textil seguirán sin recuperar los márgenes hasta 2026, “ante un menor impulso de las ventas por la débil confianza del consumidor”. Además, las subidas de precios serán “la principal fuente de apoyo para los ingresos del sector, incluso con unos volúmenes a la baja”. Por el contrario, las em presas de sectores como el bricolaje, la decoración, los viajes o los outlets verán cómo sus márgenes repuntarán “más fuerte” que los supermercados o el textil. Pepco o Action son algunos de los ejemplos de compañías que mejorarán ventas y ebitda