El nuevo Fiat se sumaría al anterior anuncio que hizo su matriz en este sentido. Stellantis planea empezar a vender también en 2024 un Citroën eléctrico pensado esencialmente para entornos urbanos y que estaría nuevamente por debajo de los 25.000 euros. Este automóvil, un e-C3, se fabricará en Eslovaquia en un intento de mantener los costes bajos y poder competir mejor con el Dacia Spring del grupo Renault, así como con las marcas chinas, como BYD, que tienen su vista puesta en el mercado del Viejo Continente.
El plan llega en plena lucha de los fabricantes de automóviles por retener el mercado de compradores masivos en un desafiante entorno de alzas de precios de los automóviles y de disminución de capacidad adquisitiva de los compradores por la inflación. En España, aunque las matriculaciones acumulaban en julio un repunte interanual en el acumulado del 2023 del 22%, todavía están un 27% por debajo de los niveles prepandemia.
Mientras los grandes grupos se esfuerzan para competir entre sí, los países también se disputan la fabricación de los modelos. Precisamente, Stellantis está en el foco de una lucha de influencia entre España y Francia en la que el Gobierno intenta lograr que nuestro país sea el elegido para fabricar los vehículos eléctricos pequeños del grupo automovilístico a partir del 2025. Como serán los que previsiblemente acapararán más ventas, también serán los más intensivos en empleo.
En cuanto a la plataforma en la que se basará el segundo órdago en el segmento de los vehículos eléctricos baratos de Stellantis, para el nuevo Fiat Panda eléctrico, “es muy probable que se produzcan sinergias con la plataforma usada para el nuevo Citroën e-C3″, aseguró François.