La multinacional de la industria automotriz explicó que el deterioro de sus resultados financieros en la primera mitad de este año se debió sobre todo a ese retroceso de las ventas, que además se centraron en modelos que le ofrecen menos margen. El resultado operativo sufrió, además, un desplome del 51% respecto a la primera mitad de 2023 hasta situarse en 6.639 millones de euros, aunque en términos corrientes el descenso fue del 40%, hasta 8.463 millones.
Según ha explicado este jueves en un comunicado Stellantis (resultado de la fusión entre los grupos ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles y el francés PSA), el margen operativo corriente, que es el principal indicador de rentabilidad utilizado por la empresa, quedó reducido al 10%, frente al 14,4% entre enero y junio del pasado año.
Por su parte, la facturación disminuyó un 14% por efecto directo del recorte de las ventas hasta 85.017 millones de euros. Ese retroceso en las ventas y en los ingresos se produjo en sus principales mercados, pero de forma particular en el más importante de ellos, Norteamérica, donde comercializó 838.000 vehículos con un volumen de negocios que bajó un 16,5% a 38.353 millones de euros.
En el mercado europeo, con 1.387.000 matriculaciones, los ingresos se redujeron un 14%, hasta 29.969 millones de euros; en Sudamérica, con 394.000 unidades vendidas el descenso de facturación fue del 2,6% a 7.367 millones de euros; en China, India y la región Asia-Pacífico, con 32.000, la baja fue del 4,6% hasta 1.986 millones. La excepción fueron Oriente Medio y África, con 273.000 matriculaciones y un incremento del 6,5% de los ingresos hasta 4.698 millones de euros.
Sobre el descenso de las matriculaciones, precisó que tiene que ver con un conjunto de medidas que tomó para reducir sus existencias, pero también de «carencias temporales de producción, debidas a un periodo transitorio de renovación de productos clave, y a una disminución de la cuota de mercado, particularmente en Norteamérica». El consejero delegado, Carlos Tavares, reconoció que «los resultados de la empresa en el primer semestre no están a la altura de lo que esperábamos y reflejan a la vez un contexto industrial difícil y nuestras dificultades operativas. Han sido necesarias medidas correctivas y se han tomado para solucionar estos problemas». Sobre todo, Tavares destacó «una gran ofensiva» para lanzar al menos una veintena de nuevos vehículos este año, con lo que espera «más oportunidades» si se lleva a cabo. «Tenemos que llevar a cabo un trabajo importante, en particular en Norteamérica, para concretar plenamente nuestro potencial a largo plazo», concluyó.
Por lo que respecta a los objetivos financieros para el conjunto de este año, Stellantis mantiene su compromiso para conseguir un margen operativo corriente de dos dígitos como mínimo (un 10 %) y un flujo de caja industrial positivo «pese a las incertidumbres macroeconómicas».