Concretamente, Stellantis asegura que tiene dificultades para cumplir con los requisitos locales debido al aumento de las materias primas y a la falta de suministro de baterías en el Reino Unido. En este sentido, Stellantis pide que se retrase tres años el requisito impuesto en el Brexit por el que, a partir de 2024, el 45% de las partes de las partes de un automóvil eléctrico deben proceder del Reino Unido o de la Unión Europea (UE) para evitar los aranceles de exportación del 10%.
La empresa da trabajo a más de 5.000 personas en el Reino Unido y se había comprometido a montar vehículos eléctricos en el país, como furgonetas de tamaño medio de Vauxhall, Peugeot, Citroen y Fiat en sus instalaciones de Ellesmere Port, en el Noroeste de Inglaterra, y en Luton, a las afueras de Londres.
«Si el coste de fabricación de vehículos eléctricos en el Reino Unido deja de ser competitivo y se hace insostenible, se cerrarán las fábricas», asegura Stellantis en el escrito dirigido al la comisión parlamentaria de empresa. «El Reino Unido debe considerar sus acuerdos comerciales con Europa», sentencia la compañía.