Los estadounidenses ricos, tanto los que residen en EEUU como los que lo hacen en el extranjero, están elaborando planes de contingencia para trasladar activos a la históricamente célebre banca helvética en medio de la incertidumbre causada por el regreso del republicano a la Casa Blanca con una agenda más agresiva que si cabe que en su primer mandato.
Banqueros privados, family offices y grupos de gestión de activos han reconocido a los periodistas del Financial Times que han visto un gran aumento en el número de clientes que desean establecer cuentas bancarias y de inversión con sede en Suiza, especialmente aquellas que cumplen con las normas fiscales de EEUU.
Matthews, cofundador de Maseco, con sede en el Reino Unido y que ofrece gestión patrimonial a estadounidenses en el extranjero, señala que la última vez que se vio una tendencia así fue durante la gran crisis financiera, cuando se temía la quiebra de los bancos estadounidenses. La incertidumbre con las políticas de Trump -intensa guerra comercial y acercamiento a Rusia- están inspirando un temor similar.
El banco privado suizo con sede en Ginebra Pictet certifica este «aumento significativo» en la demanda de clientes estadounidenses nuevos y existentes en su entidad con sede en Suiza, Pictet North America Advisors, que está registrada en la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU. Los estadounidenses no pueden simplemente abrir una cuenta bancaria en Suiza debido a regulaciones estrictas como la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (Fatca), que requiere que los bancos extranjeros informen sobre los titulares de cuentas estadounidenses al Servicio de Impuestos Internos. Pero si un gestor de patrimonio o activos suizo está registrado en la SEC de EEUU, puede ayudar a los clientes a abrir cuentas y administrar el dinero. Pictet es, de hecho, uno de los mayores actores suizos que cuenta con una entidad registrada en la SEC para clientes estadounidenses.
Los ejemplos se multiplican. Un gestor de patrimonio que trabaja con clientes transfronterizos ha revelado al citado periódico británico que actualmente está ayudando a una rica familia estadounidense a trasladar entre cinco y 10 millones de dólares a Suiza. Pierre Gabris, fundador y socio director de Alpen Partners, con sede en Zúrich y entidad registrada ante la SEC, también comenta al FT que ha recibido numerosas consultas de estadounidenses que consideran sus opciones de residencia y dónde invertir sus activos. «Sin duda, eso ha sido un patrón en los últimos meses», explica Gabris. «Desde las elecciones, ha habido algunos clientes anti-Trump y muchos están impulsados ??por el miedo». Muchos clientes buscaban diversificar sus inversiones más allá del dólar estadounidense abriendo cuentas en Suiza, agrega.
Otro director de una pequeña empresa estadounidense de gestión patrimonial afirmó no haber observado un gran aumento en el interés por las cuentas bancarias suizas. Lo que había cambiado en los últimos años, detalla, es que las instituciones financieras suizas han empezado a sentirse cómodas cubriendo a los clientes estadounidenses tras lidiar con problemas fiscales que les habían costado a los bancos suizos miles de millones de dólares en multas.
Desde 2008, las autoridades estadounidenses han tomado medidas enérgicas contra docenas de bancos suizos por ayudar a los estadounidenses a evitar el pago de impuestos utilizando las normas de secreto bancario del país. En 2013, los bancos suizos se adaptaron a las normas fiscales estadounidenses aumentando la transparencia, cumpliendo con la Fatca y compartiendo información sobre los titulares de cuentas estadounidenses para evitar sanciones legales. El proceso para garantizar que sus clientes estadounidenses cumplan con estas normas había desalentado a algunos bancos suizos.