La moción, que han apoyado el PSOE, ERC, EH Bildu y Geroa Bai, respalda la decisión del Gobierno de rechazar la OPA del consorcio húngaro Ganz-Ma Vag Europe y subraya que el desarrollo de Talgo es una prioridad para la Unión Europea (UE) en las próximas décadas.
Talgo lleva más de dos años buscando un socio o comprador porque necesita inversores que tomen el relevo al fondo Trilantic Europe, que con un paquete accionarial del 40% quiere salir del capital. Por otra parte, la empresa necesita disponer de mayor capacidad industrial para responder a unos contratos y pedidos en niveles récord, ha señalado el senador del PNV Luis Jesús Uribe-Etxebarria. Éste ha recalcado que la cartera actual de pedidos de Talgo, con un valor de más de 4.000 millones de euros, ahoga a la empresa, porque acumula retrasos en la entrega, con las consiguientes penalizaciones. Talgo dispone de dos plantas de producción y varios centros de mantenimiento. La mayor fábrica de trenes la tiene en el concejo de Ribadellosa, en el municipio de Ribera Baja (Álava) y cuenta con 700 trabajadores, mientras que la otra se ubica en el municipio madrileño de Las Rozas, con 500 empleados. El pasado 27 de julio, el Consejo de Ministros vetó la oferta de adquisición del consorcio húngaro por motivos centrados en la protección de intereses estratégicos y de la seguridad nacional y económica de España.
Para apoyar la moción, el PP ha puesto como condición al PNV que incluyera en el texto la exigencia al Gobierno de entregar a los grupos parlamentarios copia del Acta del Comité de Inversiones Extranjeras en el que fundamentó su veto; lo que el grupo vasco no ha aceptado por tratarse, según el PSOE, de «información clasificada». Por su parte, VOX ha admitido que la moción contiene «efectos muy positivos para la inversión», pero también se ha abstenido con el argumento de que el PNV apoya a un gobierno que es «el primer obstáculo para la inversión en España»