Talgo ha añadido que su Consejo de Administración, en todo momento, «velará por los intereses de la sociedad y de sus accionistas. Conforme avance el proceso de negociación, se informará puntualmente al mercado de cualquier hecho relevante que deba ser comunicado, conforme a la normativa vigente».
Sidenor confirmó la semana pasada su interés en Talgo mediante una carta de «manifestación de interés», en la cual decía «considerar la adquisición total o parcial del capital social» del fabricante de trenes. El consejero de Industria del País Vasco, Mikel Jauregi, consideraba la semana pasada «positivo» que Sidenor haya mostrado su interés en la empresa y recalcaba que el Gobierno vasco estaría «dispuesto a ayudar» en la operación si se ofrecen una serie de garantías en materia de empleo, de futuro y de «arraigo» de Talgo en Euskadi.
En este sentido, la portavoz del Gobierno vasco, Ubarretxena, reconocía que estaban manteniendo” conversaciones discretas» para apoyar a la empresa. Una «discreción» que también ha pedido el diputado general de Álava, Ramiro González, quien subrayaba «la importancia de que se consiga cerrar una operación, para fortalecer la capacidad inversora y productiva de Talgo».
El interés de Sidenor por Talgo llega después de que el Gobierno denegara la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de Magyar Vagon (Ganz Mavag) para hacerse con el 100% del capital de la compañía española. «Para el Gobierno, Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España», aseguraba el Ministerio de Economía, aludiendo a motivos relacionados con la seguridad nacional y el orden público para desaconsejar la aprobación de la oferta del grupo húngaro.
Y es que, el 45% del capital de Magyar Vagon está controlado por Corvinus, un fondo estatal húngaro. Asimismo, András Tombor, directivo de la compañía, fue asesor del Gobierno húngaro entre 1998 y 2002, también liderado en ese entonces por Viktor Orbán.