La actual situación de inestabilidad en el país liderado por Nicolás Maduro no hace oportuna una venta a la ligera y todo apunta a que la venta solo se efectuará con el visto bueno de Estados Unidos. No parece que vaya a ser rápido.
Venezuela fue el principal negocio de Telefónica en la región hasta que empezó a haber problemas para sacar dinero de allí por la llegada al poder primero de Hugo Chávez y después de Nicolás Maduro.
Desde entonces, la actividad de Telefónica allí es una ruina. A pesar de ello, la compañía anunció en febrero que invertiría 500 millones de euros en el país en dos años. Los planes cambiaron y esa inversión está congelada, según afirman fuentes conocedoras.
La progresiva salida de Iberoamérica hace cada vez más patente el gran objetivo del presidente de Telefónica, Marc Murtra, de liderar la concentración de empresas de telecomunicaciones en Europa.
Telefónica buscará su rol en un momento en que las compañías tecnológicas de nuestro continente han perdido fuerza, y se buscan nuevos campeones. Telefónica quiere protagonizar ese proceso, pero la pregunta es con quién puede hacerlo. La alemana Deutsche Telekom es demasiado grande (supera los 130.000 millones de capitalización bursátil), y en la francesa Orange y en Telecom Italia hay una presencia muy fuerte del Gobierno.
La operación idónea sigue siendo Vodafone. Algunas fuentes no ven demasiado sentido a que solo se compre Vodafone España, como se ha publicado en algunos medios, ya que no resolvería nada a Telefónica. Otra opción seria Digi, que no saldría muy cara, ya que su capitalización bursátil es muy baja , el problema es que no parece estar en venta. Otras opciones serían la alemána 1&1 o alguna compañía en Reino Unido.
