A la desinversión acelerada de Telefónica en aquel mercado también se suman las ventas en Panamá (573 millones), Nicaragua (390 millones), Costa Rica (455 millones), Guatemala (293 millones) y El Salvador (277 millones). Igualmente está pendiente cerrar la venta en Colombia, que rondaría otros 440 millones por el 100% de aquella filial, así como las ventas en México, Chile y Venezuela, que no se harán esperar. En total,Telefónica ha ingresado por el negocio hispanoamericano 3.952 millones, importe destinado a reducir deuda y a facilitar futuras ventas en España y Europa. Hace más de 20 años, Telefónica compró a la estadounidense BellSouth esos mismos activos, diez operadores en el mercado hispanoamericano, por 4.700 millones de euros.
El precio pactado en Ecuador con Millicom, teleco que opera con la marca Tigo, queda sujeto a leves variaciones, habitual en este tipo de transacciones así como la obtención de los permisos regulatorios y otras condiciones de cierre que no han trascendido. En cualquier caso, no se presumen especiales trabas por parte de las autoridades de competencia de Ecuador ya que Millicom carece de presencia comercial en aquel país, mercado dondeTelefónica gestiona la conectividad móvil de cinco millones de clientes, lo que le confiere una cuota del 28%, por detrás de Claro (54%) y por delante de CNT (18%).
El operador español ha informado, a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a la autoridad bursátil ecuatoriana, que esta operación se «enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica y está alineada con su estrategia de reducir la exposición a Hispanoamérica, enfocándose en mercados clave y en la generación de valor sostenible»,
El operador Millicom, con sede en Luxemburgo, ya ha comprado la filiales de Telefónica en Uruguay, por 389 millones de euros, y está pendiente de obtener las autorizaciones regulatorias en Colombia. En este último país, el grupo español acordó hace casi dos años la transacción del 67,5% de su filial Coltel por 332 millones de euros al cambio, con la opción de adquirir el capital restante (32,5%) con un precio que no ha trascendido, pero que presumiblemente superará los cien millones de euros, lo que arrojará unos ingresos en aquel país próximos a los 440 millones de euros.
Las relaciones de compraventa entre Telefónica y Millicom se remontan a 2019, cuando la compañía española vendió las filiales de Panamá y Nicaragua y Costa Rica, aunque posteriormente se rompió el acuerdo en el país costarricense por discrepancias indisolubles entre ambas telecos. Finalmente, y tras un litigio por medio, Telefónica transfirió sus activos en este último país a Liberty por 455 millones hasta ahora casi cuatro años, al tiempo que desinvirtió en Guatemala y El Salvador, a cambio de 293 millones 277 millones, respectivamente.