El aviso, que coincidió en el tiempo con los planes del operador saudí Saudi Telecom Company de entrar en la operadora, no ha estado acompañado de ningún gesto más.
Las intenciones del gobierno, fueron comunicadas por primera vez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores el pasado 30 de octubre y posteriormente confirmadas en firme el 19 de diciembre después de un acuerdo adoptado por el Consejeo de Ministros. Distintas fuentes financieras coinciden en que el organismo estatal dependiente del Ministerio de Hacienda sigue sin haber iniciado los preparativos para contratar un banco de inversión que coordine la toma del 10% de participación de la operadora.
No es la primera vez que el organismo público deja por atar sus planes. En 2011, la SEPI anunció que rebajaría su participación en Red Eléctrica del 20% al 10%, saldría del capital de International Airlines Group (IAG, propietaria de Iberia) y se desprendería del 8,65% de Ebro Foods. El holding público manejaba entonces tres opciones para acometer estas ventas, todas ellas aceptadas por el Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP). La primera, la más rápida, consistía en un bought deal en el que la entidad elegida compraría en firme las participaciones y las colocaría posteriormente entre inversores. En la actualidad mantiene la misma participación en la compañía energética y sigue en el capital del grupo de aerolíneas (2,52%) y del alimentario (10,36%), según las últimas cifras más actualizadas.
La hoja de ruta estatal influye también en la del Gobierno de Arabia Saudí, que, a través de su operadora Saudi Telecom Company (STC Group), anunció su entrada en el capital de la operadora española con la adquisición de un porcentaje similar. Esta operación, en la que el Ejecutivo saudí participaba desde el fondo soberano PIF, estaba condicionada a la ejecución de derivados financieros para alcanzar dicho porcentaje, extremo que no se ha cumplido por el momento y ha dejado al grupo extranjero con un 4,9% del capital.