Murtra quiere aplicar un ERE similar al ejecutado por su predecesor, Álvarez-Pallete, durante su mandato, que supuso la salida de 3.421 trabajadores de Telefónica. Desde 2008, la operadora ha reducido su plantilla en cerca de 20.000 personas, principalmente en España, mediante la ejecución de planes de separación individual (PSI) de bajas incentivadas para trabajadores de más de 55 años de edad y 15 de antigüedad en la compañía.
Según se ha filtrado, SEPI no vería con malos ojos estos planes, ya que el trabajador mantiene la antigüedad y los beneficios sociales, entre los que figura el seguro médico. Además, Telefónica se hace cargo de las cotizaciones de los afectados.
En el anterior ERE, el coste se elevó a 1.300 millones de euros (antes de impuestos) y la compañía calculó unos ahorros anuales promedio de 285 millones de euros a partir de 2025. En cuanto a las condiciones económicas, los trabajadores percibieron alrededor de un 60% del salario regulador hasta los 63 años y algo más del 30% hasta los 65 años, así como una prima de voluntariedad para los nacidos antes de 1968.
Por otro lado, Murtra también se plantea acceder a la demanda de los grandes fondos y recortar las remuneraciones de los miembros del Consejo de Administración. De hecho, el punto que suscitó menos apoyo en la anterior Junta General de Accionistas fue el informe anual de retribuciones del consejo, que fue aprobado con el 72,3% de los votos a favor, con un rechazo del 11,6% de los accionistas y la abstención del 15,9%.