Así, el que fue el primer rascacielos de Madrid (90 metros de altura) y el edificio más alto de Europa podría convertirse como otros muchos edificios de la zona en hotel
El patrimonio inmobiliario de Telefónica ya se redujo en Barcelona poco antes de la pandemia, con la venta de su inmueble de Plaza de Catalunya, transferido al empresario Daniel Maté a cambio de 100 millones de euros. En ese caso, el operador sigue haciendo uso del espacio diseñado por Francesc de Paula Nebot bajo un contrato de alquiler. El mismo modelo de sale & leaseback (venta con posterior alquiler) se replicó en el edificio de la Torre Diagonal 00 de la capital catalana, que se vendió al Grupo Emperador, con el alquiler de casi la mitad de las 23 plantas (15.000 metros cuadrados de un total de 23.000 metros cuadrados). En Madrid, también fue mediática la venta de la sede de la antigua filial de Telefónica I+D de la Calle Alcántara 25, transferida hace casi 20 años a Riofisa por 27 millones de euros, casi el mismo precio de la venta al fondo británico
Por otra parte, Telefónica también buscará nuevas formas de optimizar los activos en la propia sede corporativa del Distrito de la Comunicación (conocida como Distrito C).
Sin duda, los sucesivos planes de reducción de plantilla de los últimos años tienen suj impacto en el aprovechamiento de los espacios en Distrito C, los últimos de ellos con la salida de 3.241 empleados en 2023, que se sumaron a las 2.700 bajas en 2021, las 2.500 en 2020 y cerca de 12.000 en los sucesivos Planes de Suspensión Individual acometidos por el operador entre los años 2015 y 2021.