«El cierre de la transacción está sujeto también a determinadas condiciones, incluyendo la obtención de las pertinentes aprobaciones regulatorias. Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica, y está alineada con su estrategia de reducir la exposición a Hispanoamérica», ha indicado la compañía.
Desde que Marc Murtra llegó a la presidencia de Telefónica, la salida de Hispanoamérica se ha acelerado de manera importante, ya que el grupo quiere centrarse en sus principales mercados (Brasil, España, Alemania y Reino Unido), y protagonizar operaciones corporativas en Europa.
Así, Telefónica ha vendido en los últimos meses sus divisiones en Argentina, Colombia y Perú. La salida de Argentina y Perú obligó a la compañía a registrar un impacto negativo de 1.731 millones de euros. De esa cantidad, 1.200 millones de euros correspondieron a Argentina (principalmente, 1.100 millones de diferencias de conversión negativas acumuladas) y 500 millones a Perú (principalmente por el impacto del préstamo concedido, la minusvalía de la venta y los resultados de la compañía).